Así se fue el viernes, el día de los reencuentros y de las nuevas caras. Mai y servidora asistimos al encuentro con la editorial Puck en colaboración con la Blogger Lit Con, que estuvo genial. Hablaron un poco de su catálogo, compartieron alguna de sus próximas publicaciones y también hubo música, comida y sorteos.
Después del encuentro unas amigas nos llevaron a una cafetería/librería de la que quedé prendada. Si vivís en Madrid y no la conocéis, se llama La Fugitiva. Las cartas eran fichas con citas de libros y solo necesitabas levantar la vista para ver algún título que te querías llevar. Ojalá tuviéramos una librería como esa en Gran Canaria.
Y ese fue básicamente el viernes. Mai y servidora nos volvimos al hotel porque teníamos unas notitas que preparar para la firma del día siguiente.
Pero si el viernes se marchó en un abrir y cerrar de ojos el sábado se fue a la velocidad de la luz. Como ya nos pasó el año pasado, fue una locura maravillosa de caras, blogs, de reencontrarte con amigos que ves menos de lo que te gustaría, y también de hacer más amigos. Es una experiencia increíble, aunque no puedes evitar sentirte trisfeliz cuando se acaba el día. Desde aquí, una vez más, mi felicitación a los organizadores y colaboradores de la Blogger Lit Con, por ese un día lleno de sorpresas. Éramos más de 600 personas apuntadas, y eso no es nada fácil. Ni siquiera pude hacerme este año con la chapa porque se habían acabado.
Y en cuanto a la Firma en la caseta de Liberespacio. ¿Qué puedo decir? Me faltan palabras para agradecer a todos los que estuvísteis allí con nosotras. Por esperar pese al calor, por vuestro cariño, por creer. Por estar ahí incluso cuando la caseta cerró y nos tuvimos que mover al césped, y seguir ahí cuando los aspersores nos atacaron y se nos fue la luz. Y por supuesto, también gracias a los que os acercasteis a nosotras lo largo del día (¡estábamos muy nerviosas!).
Aquí os dejo unas cuantas fotos que he ido recopilando. Si tenéis alguna más, ¡pasádmelas, please!
Sí, se ha ido rápido. Rapidísimo. Pero me quedo con todos esos recuerdos que son míos y nadie me los quita. Me quedo con todas vuestras sonrisas, con vuestras palabras, con esa alegría que compartisteis con nosotras. Sois la magia que nos impulsa a seguir escribiendo. Sin vosotros, nada tendría sentido. Gracias, una vez más.
¡Un besote a todos!