Pixar, Pixar, Pixar… Siempre igual… Acompañándonos durante toda nuestra feliz infancia, feliz en parte por la de sueños, ilusiones y “amigos” que nos presentan tus obras (bueno, infancia y no tan infancia…). En este caso os hablo del conocido corto de animación “El juego de Geri”, un viejo entrañable que juega al ajedrez en un otoñal parque.
Hasta aquí todo sería normal, el típico abuelito de Pixar: gafas con efecto lupa, pelo canoso muy escaso, dentadura postiza y una actitud vitalista y desenfadada, que lo único que hace es hacer sus últimos movimientos en paz. Pero no, si este corto es lo que es, es gracias a la posible esquizofrenia y bipolaridad de Geri, capaz de desdoblarse y enfrentarse contra él mismo, hacerse trampas e incluso ridiculizarse, una escena de lo más pintoresca.
Geri y sus estrategias (junto a una música de fondo movidita) te mantienen en vilo, con la acción aumentando con cada movimiento de peón, este corto te lleva al extremo de los nervios, justo antes de sufrir un “infarto”…