Cortometraje Fin

Publicado el 25 abril 2013 por Monotematicosfm @curnom


En el excelente film Forajidos de Robert Siodmak íbamos descubriendo de forma desordenada la vida de Ole Andreson. La información nos llegaba en este orden debido a las entrevistas con diversas personas que lo conocieron en vida, algo similar a Ciudadano Kane. El montaje desordenado es algo por lo general arriesgado; llevado con inteligencia puede ser fascinante, con torpeza un gran fiasco. A día de hoy se está poniendo muy de moda y es fácil encontrar ejemplos tanto de películas en las que el argumento lo justifica y está bien llevado, como es el caso de Memento, y otras en las que no es necesario y resulta gratuito, Following. Una variante de la misma estructura es la del montaje inverso al cronológico, como en Irreversible de Garpar Noé. En algunos cortometrajes se ha dado un paso más allá, como en La ruta natural, en la que la acción se desarrolla como si la cinta se rebobinase hacia atrás. Esta característica es lo más destacable del corto Fin.
En Fin se nos cuenta el fallecimiento de una anciana enferma, y como justo antes de que el trágico suceso acaezca su hija le administra una pastilla en la comida. Los interrogantes quedan abiertos: puede que sea su medicina, puede que se trate de un asesinato, o tal vez era lo mejor para la anciana. En principio podría tener su interés, pero justamente su característica más clara es también su mayor lastre. La inversión del movimiento es una truculencia barata de por sí, pero se podría conseguir que tuviese una finalidad. En este caso dicha justificación sería la de conseguir que el espectador se pregunte si lo que está presenciando es un crimen o si hay algo que se le escapa, pero la directora se entretiene en exceso con los acontecimientos más banales e insustanciales, se recrea excesivamente en el burdo efecto del rebobinado y así resulta sencillo descubrir su trampa. El sentido del artificio no es otro que el juego tonto, injustificado y torpe. Se trata de otorgar cierto interés a aquello que no lo tiene mediante la introducción de este, supuesto, toque de originalidad, pero lo único que consigue es hundir el corto por completo
Si bien parece que tiene una razón de ser que la susodicha truculencia se incluya en el corto, conforme se desarrolla, y debido a la realización, es fácil detectar que sus intenciones no pasan del interés que nos pueda llegar a despertar ver una paloma volando hacia atrás, o una mujer masticando y devolviendo la comida intacta a la cuchara. Una vez descubierto el pastel el cortometraje se viene abajo por sí solo, mostrándose como es realmente, un producto insustancial y carente de interés.