Los cuentos, las películas o las series de animación siempre dejan en nuestra memoria gratos momentos, pero nuestra condición infantil no nos permite saber más allá de lo que se nos ofrece. La leyenda del Rey Arturo, el mago Merlín y el reino de Camelot son este tipo de historias que quedan en nuestro recuerdo, pero ¿conocemos el verdadero pasado de estos más allá de los cuentos o la televisión? Descubramos otro mito del pasado.
Comenzaremos por Merlín, ese mago de capa azul que guía al pequeño Arturo mediante la sabiduría, virtud y atributos que debe tener para ser un buen rey. Hasta aquí todo muy infantil. El querido mago de origen galés, pudo vivir entorno al siglo IV, naciendo por entonces la leyenda de este.
Las leyendas son diversas, unas más fantásticas y otras más lógicas, pasando de ser engendrado por un demonio que dejó embarazada a una monja, pasando por ser hijo de una madre que no necesitó a un hombre, hasta ser el hijo bastardo de los reyes de Britania recibiendo el nombre de Aurelius Ambrosius. Indiferentemente de su extraño origen toda leyenda indica que era el mago más poderoso, con capacidad para hablar con animales, con hadas y dragones, a la vez que conocía la esencia de cualquier elemento. Otra leyenda que queda algo apartada es la de Lailoken, siendo consejero de un rey escocés que tras sufrir una derrota en batalla, huye al bosque de Celidon donde se dedicará a profetizar acontecimientos acompañado de un lobo.
De todas maneras, las diferentes teorías indican que no tuvo por qué existir como individuo, si no que Merlín sea un título otorgado a los druidas, a chamanes o profetas de la cultura celta.
Ahora vamos con Arturo, que representa el rey ideal y lleno de virtudes (sabiduría) a pesar de que en la animación aparezca como un niño con un gran destino guiado por Merlín. Existen numerosas películas (como la del Rey Arturo, donde aparece como un romano que se debate entre su origen britano y su fidelidad a Roma), series y animaciones, así como literatura, donde su leyenda ha ido cambiando.
No se sabe a ciencia cierta si fue un personaje real, pero las diferentes fuentes apuntan a que sería un caudillo britano que defendió Gran Bretaña de los sajones en el siglo VI. Se le incluyó en la lista de reyes británicos, aunque rodeado de un halo de misticismo como Merlín, su espada Excalibur o su retiro a la isla de Ávalon.
A partir del siglo XII la poesía y la literatura crean y alimentan el llamado Mito Artúrico, donde aparecen los Caballeros de la Mesa Redonda. Este ha llegado a nuestros días cambiando en su contenido y siendo base para otras historias como la de Tristán e Isolda.
Las fuentes arqueológicas no han evidenciado con seguridad la existencia real de Arturo, pero algunos textos lo mentan por lo que de ser así habría vivido en el siglo V-VI, luchando en diversas batallas hasta que la llegada de Cedric el sajón, primer rey de Wessex.
Ahora Camelot, considerado el castillo y reino de Arturo. Actualmente se considera como un lugar ficticio creado por la literatura que lo situaba en la Britania posromana. Su situación sigue siendo un misterio para investigadores y público, aunque actualmente se ha llegado a relacionar con diversas fortalezas como la de Tintagel o Windsor, y con la famosa Camulodunum (ahora Colchester) que fue capital de Britania bajo dominio romano.
¿Qué conecta a Merlín y Arturo? El Mito.El padre de Arturo, Uther Pendragon (rey de Britania), se enamoró y obsesionó de una dama casada con un duque. Le pidió ayuda a Merlín, el cual le dio un brebaje que le convertiría idénticamente en el duque y así poder acostarse con la dama. Merlín a cambio pidió que el hijo de aquel encuentro se le fuera otorgado. A la muerte de Uther el reino se debatía en conflictos entre los aspirantes al trono por lo que Merlín llevó a un Arturo de unos 16-17 años a extraer la espada Excalibur, pues solo quien pudiera hacerlo sería el Gran Rey de Britania, siendo reconocido por los pretendientes a la corona. Tras ello fundaría Camelot y allí sería donde viviría junto a Merlín, que le aconsejaba, aunque en los temas de amor Arturo cometió diversos errores que le supondrían peligros. Merlín encontró su final al enamorarse locamente de Nimue, a la cual enseñó encantamientos a cambio de ser amantes. Nimue es la conocida como Dama del Lago, que sabiendo que Merlín era hijo de un demonio, aprovechó su locura por ella para que le enseñara un hechizo con el que atrapar un hombre. Su temor hizo que Nimue lo aprisionara con el dicho truco, encarcelándolo para siempre.
Carlos Albalate Sánchez