La otra noche, l'aînée me pidió que me acostara con ella en su cama.
De repente, un ruido se escapa de la cama. Y una risa escondida se escapa entre dientes.
A los pocos segundos, de la cama de la petite sale otro ruido. Esta vez un poco más sonoro. Y un poco más largo.
Las risas aparecen en las tres.
Pero no contenta con el momento "desmadroso" de la noche, vuelve a repetirlo.
Acabamos las tres riéndonos como locas. Antes de dormir.