Cosas para las que no se está preparada al ser madre II

Por Ladya
En vista del éxito de la 1ª parte y que, en los comentarios surgieron algunas otras cosillas, he decidido hacer una segunda parte. Y aunque se suele decir que las segundas partes nunca son buenas, espero poder mantener el nivel de la primera...
La Episiotomía
Se acerca el final del parto, te vas preparando. Llevas dos meses haciéndote masajes en el perineo con aceite, porque dicen que lo hace más elástico y evita la episiotomía. Te has masajeado tanto, que al final el aceite era mantequilla!!! ( si, lo se, en estos momentos más de uno está poniendo cara de asco y diciendo "eccccccsssss"...ja,ja,ja...pero es lo que hay!!!).
No tienes muy claro como un cabezón de 35 o 36 centímetros de diámetro puede salir por un agujero tan pequeño, pero, llevan saliendo por ahí desde antes incluso de que fuéramos Homo Sapiens, no?
Llega el día, te pones de parto y te vas a tu clínica a parir. Lo primero que le sueltas al primero que aparece por allí con pinta de ser médico, es que no quieres episiotomía. Él te mira, con cierta condescendencia y, te dice " Tranquila, no la haremos a menos que sea necesario " ( ja, valiente mentiroso!!!!).
Con la excusa de que te estás desgarrando, zas, tajo al canto. Como eres una buena parturienta, pues lo aceptas de buen grado, claro, si el médico lo dice, seguro que es mejor una episiotomía que un desgarro.
Al día siguiente, cuando te despiertas ( si es que has dormido algo ), en la zona de la episio tienes un patatoma ( que es el hijo biológico de una patata y un hematoma ). Te duele un montón, no puedes ni sentarte y empiezas a acordarte de la p*** familia del médico que te la hizo, en la p*** familia del que fabrica el aceite y en la p*** familia de todo quisqui!!!!
Pero el sufrimiento no acaba ahí, nooooooo. Te vas a tu casa, con tu episio, tu patatoma, tu bebé y tus maletas. Si todo va bien, en una semana se curará...sino, estarás dos o tres semanas con aquello medio abierto, lavándote con infusiones de romero para desinfectar, aplicándote yodo para que se desinfecte, secandote el chichi con un secador cada vez que vas a mear,....
Y reza para no tener secuelas posteriores!!!!
Y ahora, un poco de seriedad e información científica...
Los estudios han demostrado que un desgarro, que era lo que más se temía en caso de no hacer la  episiotomía, suele cicatrizar mejor y con menos dolor que ésta. 


El motivo es que cuando el tejido se rasga lo hace siguiendo las líneas de tensión y, al volver a unirse, duele menos. Además, cuando el desgarro es pequeño, suele afectar sólo a la piel, y no a los músculos del suelo de la pelvis. Cuando éstos se cortan, puede quedar afectada alguna rama de algún nervio y causar dolores mucho tiempo después. También suele haber mayor hemorragia, con lo que la mujer quedará un poco más débil.


La postura influye mucho en el riesgo de desgarro. Cuando la mujer está acostada boca arriba en una camilla obstétrica hay más posibilidades de que tenga un desgarro que si está a cuatro patas o en cuclillas porque en estas dos posiciones las líneas de fuerza no tensan tanto el periné y la presión se reparte de forma más homogénea


Si queréis información sobre el masaje perineal, podéis visitar el siguiente enlace de la web epìsiotomia.info
Los sacaleches


A priori, el sacaleches puede parecer un instrumento infernal, pero, os aseguro que, si sois como yo, es decir una central lechera a dos patas, se acaba convirtiendo en tu mejor amigo y, donde antes guardabas la réplica del "miembro" de Nacho Vidal, ahora hay una Ordeñadora 2000 GTI ¨Turbo-diesel 16V con función de estimulación y de succión, 4 niveles de potencia, Dolby-sourround y, si le insiste, igual te prepara la cena...
A pesar de tanta tecnología, el funcionamiento es sencillo: un embudo, una teta y a ordeñarse se ha dicho!!!
Como en todo, los comienzos son duros, ya que, obviamente, un sacaleches no es un bebé ( ni Brad Pitt, por poner un ejemplo de tío macizorro al que no me importaría enseñarle mis tetas...), así que, solemos ponernos tensas y apenas conseguimos sacar un dedo de leche ( ojo, medido en horizontal, no en vertical,eh!!! ).
Con el tiempo, te vas relajando y consigues llenar el dichoso cacharrito de marras...150 ml. de leche o más!!!! ( bueno, igual todas no lo consiguen, pero os aseguro que yo lo llenaba hasta los topes...por algo soy la mamá vaca, je,je,je ). Y te pasas los días " pum-pump, pump-pump" con el trasto ese amorrado a las tetas...
Pero esto del sacaleches es como un rollete de verano, que cuando se terminan las vacaciones se vuelve a su país. Poco a poco la producción disminuye, hasta que te vuelves a encontrar como el primer día: que no sale ni gota!!!! "Arrrrrrrrrgggggggggg" piensas para tus adentros, " me quedo sin leche", " esto es el fin"...Pero no, seguramente no te has quedado sin leche ( o eso, o los "buenos samaritanos" tienen razón y tu hijo/a chupa por vicio...), si aprietas la teta sale leche.....Uffffffffffff, que alivio!!!!! Nos va a tener que destetar por ahora....
Y así, como quien no quiere la cosa, se acaba la relación de amor-odio con el sacaleches....
Y ahora, un poquito de seriedad:
La necesidad de vaciar los pechos depende de cada madre, cada hijo y cada circunstancia. Hay muchas madres que no estarán separadas nunca de sus hijos más de dos o tres horas, y otras nunca tendrán una “subida de la leche” tan fuerte que les cause molestia. Pero para aquellos casos, tanto de repetición, como sería un bebé prematuro o la incorporación al mundo laboral, como ocasionales, como una ingurgitación o una separación puntual, es probable que la madre que amamanta a su hijo, se encuentre con la necesidad de extraerse la leche.

En todo el mundo, millones de madres se extraen la leche manualmente. De hecho, el 90% de las madres con niños prematuros o de bajo peso, les alimentan con su leche extraída de este modo. A pesar de que muchas madres encuentran este sistema muy eficaz, un buen sacaleches facilita mucho las cosas y ahorra tiempo cuando se hace necesaria una extracción repetitiva. Aunque aquí explicaremos la técnica de extracción manual, en un grupo de apoyo a la lactancia os pueden mostrar con más facilidad como se hace.
Formas de extracción de la leche Existen distintas maneras de extraerse la leche:
  • Extracción manual: es eficaz cuando se conoce la técnica y, aunque puede resultar cansada, algunas madres la prefieren. No es la más adecuada para extracciones muy frecuentes, pero sí que es el sistema más económico. Se puede realizar en casi cualquier lugar sin aparatos especiales y, con un poco de práctica, se puede efectuar sobre los dos pechos a la vez. Es silencioso pero nada discreto. La madre regula con sus movimientos la presión sobre el pecho, y depende en gran medida de la habilidad de la madre.
     
  • Extracción con un sacaleches manual: resulta eficaz para extracciones ocasionales. Es más limpio y fácil que la extracción manual. Ligero, económico, silencioso y discreto. Extrae leche de un solo pecho mientras en el otro se puede poner al bebé o extraer con otro sacaleches. La madre regula mediante una palanca o mecanismo equivalente la presión sobre el pecho. 
     
  • Extracción con sacaleches eléctrico simple:eficaz para extracciones ocasionales y periódicas no muy frecuentes. Al igual que el sacaleches manual, sirve para un solo pecho. El ruido depende del motor. La madre regula con una ruedecilla la presión sobre el pecho.
  • Extracción con sacaleches eléctrico doble: es muy eficaz para extracciones periódicas frecuentes. La extracción se realiza sobre los dos pechos a la vez, con lo que el reflejo de eyección es mayor que si se realiza un pecho tras otro. Asimismo, el tiempo dedicado se reduce a menos de la mitad. También pueden usarse con un solo pecho.
  • Extracción con sacaleches hospitalarios: son ideales para extracciones periódicas muy frecuentes. Es el sistema más recomendado para situaciones en que el bebé no mama o apenas lo hace, y se requiere mantener o incrementar la producción. El aparato es bastante pesado y no resulta adecuado para traslados diarios. Es el tipo de sacaleches que se suele ofrecer en alquiler. Normalmente se compran las piezas que van a tener contacto con la leche, y se alquila por semanas o meses.

La cantidad que una madre puede sacarse depende de varios factores:

  • El estado de la madre. Para estimular la “subida de la leche”, en algunos casos, una simple fotografía del bebé o una prenda con su olor bastarán, o incluso canturrear su nana favorita. En otros, será necesario un paño o una compresa caliente para dilatar los conductos. Un pequeño masaje en los pechos desde fuera hacia el pezón también puede ayudar, así como estimular los pezones.
     
  • El tiempo transcurrido desde la última extracción o toma al pecho del niño.
     
  • Lo experimentada que sea la madre.
     
  • Lo cómoda que se sienta la madre. El hecho de que el lugar resulte familiar y agradable permite que la madre se encuentre más relajada. Debería apagar los teléfonos y poner una nota de “ocupado” en el lugar donde vaya a pasar tanto rato para no tener que preocuparse por si alguien más necesita acceder al lugar. Un par de minutos de relajación pueden ayudar a serenarse si hasta entonces el ritmo ha sido demasiado alto.
     
  • La hora del día.
     
  • Su producción de leche. A veces, cuando parece que “un pecho se ha acabado”, va bien cambiar al otro y, antes de finalizar, volver al primero y luego al segundo para sacar las últimas gotas tan ricas en grasas.
     
  • Si está pasando por una situación estresante. En casos de niños prematuros, la madre puede tener sentimientos negativos, puesto que se pasa muchas horas frente a una máquina cuando lo que querría es tener a su pequeño. Es importante encontrar el apoyo necesario para relajarse y saber que ese gesto es de una importancia vital. La colaboración del padre y la familia es básica.
     
  • No todas las madres en las mismas circunstancias producen la misma cantidad de leche.
     
  • El sacaleches en sí. Algunos sacaleches funcionan mejor que otros. Hay algunos que funcionan muy bien siempre y otros que no.
Sin embargo, también hay factores de los que no depende la cantidad extraída:

  • La cantidad de líquidos que tome. La madre debe tomar los líquidos (agua preferentemente) que necesite para saciar su sed. Tomar más líquidos no conlleva producir más cantidad de leche.
     
  • La comida que haya tomado la madre. La comida puede variar el sabor de la leche pero no su cantidad. No se ha demostrado que haya ningún alimento que produzca más leche… a no ser que la madre así lo crea, siendo el aspecto psicológico el que le hará producir más leche, no el alimento.
El tiempo necesario para extraerse la leche es normalmente el mismo que tarda un bebé en vaciar el pecho, aproximadamente unos 10 ó 15 minutos. Así, el tiempo requerido es de una media hora más o menos. Si se usa un sacaleches doble, el tiempo se reduce a unos 15 a 20 minutos en total.




Fuentes:
Episiotomia.info Por qué se tiene que evitar la episiotomía
Crianza Natural
Sacaleches. com