Cosas que aprendí esperándote

Por Urbana

Relato breve

Por Urbana Luna
La taberna es el escenario donde representamos una historia de amor. La función se titula “La espera”. Yo soy la primera actriz. Tú sales al final, pero eres el verdadero protagonista. La acción se desarrolla en tres actos:
Acto I - PlanteamientoDulzor, felicidad presentida, una fila de hormigas recorriéndome desde el ombligo hasta la boca. El camarero (un secundario) me sirve café y hace mutis. Yo dispongo los objetos que me acompañarán: el móvil que no sonará, el libro que no leeré, la tacita de café que se irá enfriando a fuerza de esperarte conmigo.
Acto II -   NudoRabia por tenerte fuera de control. Envidia de no ser tú. Bebo el café frío mientras el borrachín de la copa de anís (otro secundario) me mira y cabecea. El reloj que cuelga de la pared me avisa de que hoy llegarás más tarde que nunca. Confusión, duda. Fantaseo mil excusas que justifican tu tardanza. Un atasco descomunal tiene la culpa. La lluvia inoportuna te impide llegar a tiempo. Creo que lo sé todo sobre la espera. Y alucino tu presencia. Te llevaré a las antípodas, me dirás. Entonces guardaré los reproches y abandonaremos juntos el bar, riendo como ríen los amantes, para continuar la historia en otro escenario.  Pero esto ocurrirá en el tercer acto.
Acto III - DesenlaceAburrimiento. Los finales conocidos restan interés a la obra. Hay que dar un giro inesperado. Decido improvisar, aún a riesgo de equivocarme, porque no he ensayado el papel. Tomo aire, miro al público y, acompañando mi voz con ampuloso gesto de rapsoda,  conjugo el verbo esperar en voz pasiva. Es una declamación y una declaración. Triunfo, descubrimiento del poder como pasatiempo.  Pago la cuenta y abandono la escena minutos antes de que llegues tú.
[. ..Cae el telón. Aplausos]