Hace ya unos meses que te conté en un post cómo adoptamos a Nana y qué detalles de su inclusión en la convivencia con Betty creo que han ayudado a que ambas se lleven bien.En el paso de este tiempo me he dado cuenta de que hay detalles que también son importantes, y te los quiero contar por si te planteas la convivencia con un perro y un gato.
¡Al lío!
1. Procurar espacios propios aunque los intercambien. Desde los primeros días de la convivencia, Nana y Betty intercambiaban libremente y sin conflictos sus cacharros de la comida y sus camas. Sin embargo, creo que es importante aunque lo hagan, que ambas tengan dos espacios y cuencos aunque compartan porque de esa manera estamos previniendo que alguna se sienta desplazada o tenga que coger forzosamente algo de la otra.