Cosas que no se pueden encontrar en internet, de Javier Menéndez Llamazares

Por José Angel Barrueco

COSAS QUE NO SE PUEDEN ENCONTRAR EN INTERNET
A pesar de los motores de búsqueda
que procesan en milisegundos
millones de entradas,
por más brújulas con que navegues
es imposible dar
entre el oleaje del hipertexto
con algunas cosas elementales:
En Internet no hay
hojas de árbol puestas a secar
entre las páginas web.
No hay párrafos subrayados
ni anotaciones a mano.
Nunca se quedan migas de galletas
ni arena de la playa
entre las hojas.
No se puede usar como marcapáginas
una factura del banco.
En internet el viento nunca
te desbarata los folios y los hace volar
como una bandada de palomas.
Tampoco llueve nunca
en las tardes tristes.
Internet no te echa de menos
ni te pasa la mano
por el hombro
cuando quiere engatusarte.
En internet no hay
duelos a muerte
al ponerse el sol
ni nadie que te espere
a la salida de clase.
Internet no tiene
sabor a fresa
ni barquilleros
en las esquinas.
Internet nunca olvida tu cumpleaños,
pero no tiene habitaciones
con derecho a desayuno
y en toda la red mundial
es imposible emborracharse.
Pero, sobre todo, no hay web
ni chat ni blog ni foro
ni dominio
en el que pueda encontrarte
porque te escondes detrás
de nicks, de falsos nombres
que te sirven de máscara
para que no pueda reconocerte
y a través de la red
no hay abrazos
ni sonrisas (sinceras)
y es muy difícil
ver tus ojos y sentir
el leve temblor
de un beso.
Porque internet no es más que
varios trillones de unos y
varios trillones de ceros,
una enorme mentira que no tiene
ni un centímetro
de piel.