Entiendo que todo el mundo tiene que trabajar y ganarse la vida pero a mi hijo le fastidian la tarde porque luego se la pasa muerto de sueño y lloriqueando porque no ha dormido lo suficiente. El primer día pensé –“mala suerte”- , pero es que ayer ya me pareció recochineo,- “qué pasa, ¿es que a mi casa sólo saben venir a esas horas?”-, aunque sinceramente preferiría que no vinieran a ninguna. Y encima que les dices que te han despertado al niño por segundo día y que no quieres nada siguen insistiendo en venderte la “moto”, vamos a ver que no te mando a freír espárragos porque soy educada pero por favor no sigas insistiendo.
Esperemos que hoy el niño tenga más suerte y no le despierte nadie más porque sino mi "poco mal humor" va a pasar a cabreo en grado sumo.