Hace un rato cuando he acostado a mi hijo y me he tumbado a su lado para que se durmiera me ha abrazado fuerte y me ha dicho:
- Mama, ¡estoy contento! - ¿Por qué cariño? - Porque ha venido mama. (Me imagino que quería decir "porque estoy con mama"). - Yo también estoy contenta. Te quiero. - También te quiero.
No me digais que estas conversaciones no merecen ser recordadas.