Revista Blog

Cosas que tienes que dejar de hacer para empezar a hacer lo que quieres hacer

Por Lorena White @lorenagwhite

Probablemente el título de este post no sea de los mejores títulos que he escrito. Sin embargo, resume a la perfección el por qué de esta entrada.

Hay cosas que haces, algunas consciente y otras inconscientemente, que están saboteando tu oportunidad de hacer aquello que quieres, de hacer aquello para lo que vales o de hacer aquello que te hace feliz. Sé que no es consuelo, pero en realidad, todos hacemos en algún momento estas cosas. Dejar de hacerlas no es cuestión de dos días, tampoco basta con desearlo ni siquiera con quererlo con fuerza: tienes que detectar esas cosas que te lastran y adquirir el compromiso de que, a partir de ahora, harás todo lo necesario para apartarlas del camino hacia tus objetivos.

cosas-que-tienes-que-dejar-de-hacer

Que si ya de por sí cuesta abrirse paso y encontrar (o fabricar) nuestro propio camino hoy en día, piensa que cuesta el doble si, pese a que tengas aptitudes de sobra, te falta la actitud necesaria. Por eso, hoy te traigo 10 cosas que tienes que dejar de hacer para empezar a hacer lo que quieres hacer:

1. Deja de pensar en lo que quieres hacer:

Y empieza a hacerlo. No sé si has escuchado esto alguna vez, pero las personas somos lo que hacemos, no lo que decimos que haremos. Así que deja de pensar y empieza a actuar. Es cierto, probablemente no te sientas preparado al 100%, ¿pero quién se siente preparado con tanta certeza para hacer cualquier cosa en estos tiempos? La incertidumbre y el miedo al futuro forman parte de la genética de nuestra generación, pero tienes dos opciones: adaptarte o estancarte.

2. Deja de intentar controlarlo todo:

Precisamente porque, como seguro que ya sabes, en la vida pasan cosas constantemente que no podemos controlar. Aspirar a controlarlo todo, desde lo que hacemos hasta lo que comemos, pasando por aquellas consecuencias futuras y desconocidas que traerán las decisiones que tomemos hoy, es una locura. No es sano. Obviamente, no te estoy invitando a que seas un inconsciente, simplemente te pido que reconozcas el punto en el que no puedes controlar algo y lo aceptes como normal y natural, sin frustrarte por ello.

3. Deja de pensar que tu tiempo es ilimitado:

Puede que no te plantees qué será de ti dentro de 10 años porque ves ese momento todavía demasiado lejano. Pero míralo al revés: piensa en cómo se han pasado de rápido los últimos diez años. ¿Verdad que da un poco de vértigo? Probablemente hoy no lo notes, ni mañana tampoco, pero tu tiempo para hacer cosas es ilimitado, así que si quieres hacer lo que sea que quieras hacer, empieza ya a trabajar por conseguirlo.

4. Deja de tener miedo:

Normaliza el miedo. El miedo es un sentimiento común a todo el mundo. Todos, incluso los que aseguran no temer nada, sienten miedo alguna vez. Y no pasa nada. El miedo es parte de nuestro instinto de supervivencia, nos hace estar alerta ante posibles peligros, y eso es bueno. Pero claro, es importante que no derive en algo que nos paralice. Así que recuerda: normaliza el miedo y encuentra las razones para vencerlo.

5. Deja de sentirte pequeño:

Haciéndote pequeño sólo conseguirás ser eso: pequeño. Uno más. Otro Fulanito de Tal en medio de este mundo inmenso. Comienza a aprovechar las cualidades, aptitudes y sobre todo, las actitudes, que pueden hacer de ti alguien grande, capaz y seguro de sí mismo.

6. Deja de compararte con los demás:

No hay nada más dañino que vivir en la eterna comparación. Claro que sí. Hay más gente más lista que tú, con más dinero que tú, que ha tenido más oportunidades que tú. ¿Te hago un spoiler? ¡Siempre va a haber gente MÁS (inserta aquí lo que quieras) que tú! Así que compararte con esa gente sólo te va a traer frustración y desgana, porque nunca vas a verte TAN (insterta aquí lo que quieras) como ellos. Así que prohibido compararse con los demás. Si quieres compararte con alguien, hazlo con la mejor versión de ti mismo.

7. Deja de decir SÍ cuando quieres decir NO:

El compromiso es una cosa maravillosa hasta que sientes que te anula por completo. Dejar de hacer aquello que no nos apetece simplemente porque no nos apetece, por ejemplo, es un paso de gigante a la hora de definirnos como personas con un criterio y opinión propia.

8. Deja de hundirte cuando te hagan una crítica:

Todo el mundo va a opinar de todo lo que hagas. Algunos lo harán de forma sana y constructiva y otros aprovecharán la circunstancia para intentar hundirte. Pero es en esa ocasión cuando debes esforzarte por conseguir precisamente lo contrario: salir a flote, sea lo que sea lo que digan o critiquen, de forma más o menos acertada, los demás. Seguir siempre tu camino, sin desestabilizarte (o mucho peor: sin querer rendirte) cuando aparezca una persona que no tenga tu misma opinión.

9. Deja de soñar despierto:

Los sueños son geniales. Siempre he sido partidaria de que hay que luchar por conseguirlos, pero, como diría nuestro viejo amigo de la infancia, Filoctetes, “los sueños son para los novatos”. Aunque en realidad no. Claro que puedes tener un sueño y claro que tienes todo el derecho a soñar, pero no dejes que tus propios sueños te hagan perder el tiempo. (Si tienes alguna duda, vuelve a leer el punto 1 de este post).

10. Deja de hacer lo que te dicen que tienes que hacer:

Dejar de hacer cosas por lo que digan, ordenen piensen u opinen los demás es tan malo como hacerlas por la misma causa. Deja de hacer lo que te dicen que tienes que hacer porque “es mejor para ti”, porque si no “no llegarás a ningún sitio”, porque “no sabes dónde te estás metiendo” porque, al final tendrán que decirte “ya te lo dije”. Sigue tu propio camino, fíate de tu instinto (te conoce más que tú mismo).


Volver a la Portada de Logo Paperblog