El viernes 20, la Plaza 24 de Septiembre reunió la solidaridad con el Gobernador Rubén Costas Aguilera contra su probable destitución por un juicio promovido por el Estado.
En una decisión de facto –no tenía competencia legal– apoyada por los resultados mayoritarios obtenidos, en 2008 la entonces Prefectura destinó fondos para un Referéndum que validara el reclamo popular de autonomía departamental, cuya mayor visibilidad fue el Cabildo del Millón en 2006. Esta decisión administrativa –y política– hoy conlleva la destitución –temporal aún, definitiva si es condenado– del ex Prefecto y actual Gobernador, de acuerdo con el actual ordenamiento legal; esto trae una pregunta fundamental: ¿Un gobernante legalmente elegido debe ser destituido cuando aún no tiene sentencia en un juicio por sus actuaciones –de hecho, no de jure– que fueron aprobadas por la mayoría de ciudadanos que, antes y después, lo eligió para el cargo del que va a ser separado?
Paralelo, hay otra “alarma” más importante: la actual “sequía” de líderes cruceños. Santa Cruz ha tenido 3 hitos en su historia republicana: finales del siglo xix, con el frustrado movimiento igualitario de Andrés Ibáñez que trascendió a todo el país; los años 50 del xx, cuando el triunfo en la reivindicación de las regalías petroleras encabezada por Melchor Pinto Parada y otros líderes regionales significó el inicio del desarrollo agroindustrial de la Región; el inicio del xxi, reclamando autonomía para consolidar el desarrollo regional. En las 2 primeras, Santa Cruz tuvo líderes trascendentes –además de los mencionados–; en ésta última, del liderazgo cívico que promovió la autonomía, Antelo Vaca tiene una actuación modesta en el Senado, mientras Costas Aguilera no logra ejercer un liderazgo profundo ni en la Región –aunque no hacer el acto pro Costas en El Cristo suavizaba compararlo con El Cabildo del Millón, su asistencia fue infinitamente menor (los más optimistas dan 40 mil asistentes y los menos 5 mil)– ni, muchísimo menos, en todo el país.Hoy, un liderazgo cruceño no existe: Germán Antelo y Rubén Costas, con seguridad seguirán vigentes pero sin crecer; ni Juan Carlos Urenda Díaz ni Carlos Dabdoub Arrien –ambos con más formación– son populares; Oscar Ortíz Antelo está ya ubicado en un lugar idóneo; Rolando Antelo Scott y Luis Fernando Barbery Paz no han trascendido el ámbito empresarial regional; Adriana Gil Moreno aún no tiene liderazgo; Percy Fernandez Añez y sus concejales “disidentes” –encabezados por Oscar Vargas Ortíz–, con su confrontación han perdido proyección y credibilidad. Por su parte, Herland Vaca Diez Busch tiene aún una ardua tarea dentro de un disminuido Comité Pro Santa Cruz, Reymi Ferreira Justiniano debe proyectarse fuera de la Universidad e Ivo Kuljis Fuchtner se apartó de la política.¿Y mañana? Nuevos líderes deben surgir, con visiones que trasciendan lo regional para potenciar a la Región, apartados de compromisos logieros –muy maltrechos después de 2009 y el caso Rózsa. Empresarios, indígenas y jóvenes intelectuales universitarios serán cantera. Pero aún falta.