El núcleo costarricense de una red de trata de personas nacidas en Cuba, que movió gran cantidad de dinero en pequeños montos como remesas familiares y participó en una cadena de contactos vía teléfono en Ecuador, Colombia, Guatemala y Estados Unidos, fue desarticulado el martes en Costa Rica, con el arresto de 12 hombres y mujeres, el rescate de 14 cubanos y el destape de una vasta organización criminal transnacional de contrabandistas de seres humanos.
“Hemos dado un golpe importante a otra de las manifestaciones del crimen organizado en Costa Rica, uno de los aspectos del crimen organizado más infames como es el tráfico de personas”, dijo Kattia Rodríguez, directora general de Migración y Extranjería de Costa Rica, quien lamentó que “tantas personas (cubanas) se vean expuestas a incursionar en esta dinámica irregular migratoria, porque básicamente alimentan este tipo de redes para la consecución de sus fines criminales”.
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