Costillar al vermut

Por Puchereta
Una forma de conseguir unas carnes asadas sabrosas y tiernas consiste en  introducirlas  antes de cocinarlas en un buen adobo.  Y la pregunta es: ¿qué es un adobo?, se que la mayoría lo sabréis pero por si hay alguien tiene dudas:
“Un adobo es un liquido o pasta que se utiliza para marinar alimentos antes de cocinarlos. Ayuda a ablandar la carne, el pescado y el marisco, reduce el tiempo de cocción, y hace que los alimentos estén más jugosos y suculentos”.


A mí me encanta adobar las carnes que van a ir al horno  durante unas  horas para que se impregnen del sabor de éste, hoy he preparado unos costillares de cerdo acompañados de unas patatas cortadas en gajos gordos y con su piel.
He utilizado vermut rojo de Bodegas VALDEPABLO, vermut elaborado siguiendo la fórmula tradicional desarrollada por la familia Pablo a principios del siglo XX,  con un intenso aroma a hierbas aromáticas con notas balsámicas y toques especiados. La historia del vermut se remonta al vinium hipocraticum. Este vinium Hipócrates, que estimulaba el apetito y alegraba el espíritu, fue conocido entre los romanos con el nombre de Arthemisa Absinthium y era un brebaje de hierbas tónicas aromáticas, principalmente Artemisa mezcladas con vino, siendo esta hierba la principal de los actuales vermuts.

Una vez presentado a este rico caldo,- confieso que mientras preparaba el adobo para las costillas me tome una copita y esta delicioso-, vayamos con la receta:
INGREDIENTES:
Para el adobo:
1 vaso de vermut Casa Valdepablo rojo
2 cucharadas soperas de salsa de soja
1 cucharada sopera de salsa Worcestershire
1 cucharadita de salsa Tabasco
1 diente de ajo picado
1 cucharada sopera de mostaza en grano
2 cucharaditas de pimentón dulce
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de pimienta
Un costillar de cerdo, o en mi caso 2 puntas de costillar carnoso
4 patatas medianas
 Fuente: “Adobos y rebozados” Love Food de Parragón

PREPARACIÓN:
Ponemos todos los ingredientes del adobo en un cuenco y mezclamos bien. Colocamos el costillar en una fuente no muy honda y que no sea metálica, esto es importante, podemos usar una de porcelana, cristal o barro, vertemos por encima de la carne el adobo de forma que toda este impregnada por éste y dejamos en el frigorífico tapado con film entre 2-4 horas.

Transcurrido este tiempo, sacamos los costillares de la fuente, echamos el adobo en un cuenco, regamos el fondo de la fuente con un hilo fino de aceite y ponemos de nuevo la carne. Lavamos las patatas muy bien y las dejamos con su piel, las cortamos en cuatro trozos a lo largo, en forma de gajos y añadimos a la fuente. Metemos al horno que estará precalentado a 180º y lo tendremos durante unos 50 minutos aproximadamente, dándole vuelta de vez en cuando para que se haga bien por ambos lados y regando con el adobo que reservamos en el cuenco, al final le habremos echado todo el adobo.
El olor que sale del horno es impresionante, no os extrañe que algún vecino venga a pediros sal atraído por el aroma de estas costillas, yo cuando las hice llegaron mis hijas y lo primero que me dijeron fue que estaban deseando que ese rico olor que había en el pasillo de la escalera saliera de casa, por suerte fue así.
Os invito a cocinar con vermut, el toque que aporta es estupendo, yo uso el vino en muchas recetas, si visitáis la web de Valdepablo y su facebook encontraréis grandes caldos.
Buena semana.