Ponemos en un bol las costillas, junto con los dientes de ajo laminados, salpimentamos y añadimos la hoja de laurel, el chorro de medio limón, el perejil fresco y el aceite y metemos bien tapadas en la nevera de un día para otro.
Al día siguiente, echamos en una cazuela un poco de aceite y añadimos nuestras costillas con su macerado. Dejamos que nuestras costillas de cerdo se cocinen durante unos 20 minutos a fuego medio alto dándoles la vuelta de vez en cuando y cinco minutos antes de sacarlas les añadimos el vino blanco, si vemos que tienen exceso de aceite se lo quitamos antes de añadir el vino. Las sacaos y ya están listas para degustar con una ensalada o unas ricas patatas fritas o asadas.
Gasto: 3 euros.
Raciones: 2 raciones.
Dificultad: Fácil.