A las costillas les va muy bien el sabor de este rico adobo que me recuerda a mi infancia. El resultado es un sabroso guiso con un caldo buenísimo que os va a encantar y, aunque lleva patatas, no se puede resistir la tentación de mojar pan.
Ingredientes:
- Costillas de cerdo
- 1 cebolla grande
- 3 ò 4 dientes de ajo
- 1 pimiento verde
- 1 tomate maduro
- 2 zanahorias
- 3 patatas grandes
- 4 cucharadas de vinagre
- Medio vaso de vino blanco o una copa de ron
- 2 cucharadas de orégano
- 1 cucharada colmada de pimentón dulce
- Sal y pimienta
- Aceite de oliva
Elaboración:
Salpimentamos las costillas y, en una cacerola con aceite de oliva, las doramos a temperatura medio-alta. Las retiramos y en ese aceite empezamos sofriendo la cebolla y los ajos. A continuación, añadimos los pimientos a trozos grandes y las zanahorias a rodajas. Rehogamos unos minutos y agregamos el tomate sin piel y troceado. Cuando evapore el líquido echamos el pimentón y removemos bien.
Volvemos a poner las costillas en la cazuela, el orégano y a continuación ponemos el vinagre, seguimos rehogando unos segundos más e incorporamos el ron o el vino. Cuando haya evaporado el alcohol cubrimos de agua y salpimentamos.
Dejamos cocinar hasta que las costillas estén casi tiernas, pelamos y partimos las patatas cascándolas para que suelten bien el almidón y espese el caldo. Ponemos más agua si es necesario y cocemos hasta que estén es su punto.