Coulant de chocolate al ritual del té

Por Cocinamarroqui

Coulant de chocolate al ritual del té
El ritual del té, para las gentes del Sahara, esalgo imperturbable ¿o lo es quizá para el hombre blanco?
Se tiene la creencia, que ese ritual, consiste enhacer tres tés, ese ritual es largo, el tiempo en el desierto, es inexistente.El primer té, es amargo como la vida. El segundo, dulce…como el amor y eltercero, suave…como la muerte.Recuerdo en una ocasión, hace años, muchos, en elHoggar, al sur de Argelia y en una de las zonas donde el Sahara es másmajestuoso, coincidí con unos touaregs, nos invitaron, hicieron esos tres tés.Les explique ese chascarrillo de lo amargo, lo dulce y los suave…les hizo muchagracia, no entendían nada. Biencierto es, que el ritual en sí existe, se prolonga durante mucho tiempo, semezcla el té una y otra vez, se calienta, se vuelve a recalentar, se escancia,debe hacer la espuma deseada…todo eso es cierto, pero se trata simplemente deun acto social y un acto de aprovechamiento, lógicamente, mientras, vandisminuyendo las propiedades de los ingredientes, azúcar, té y agua, el té vacambiando de sabor y de consistencia. Simple
Ignoro quién es el inventor de la comedieta. Enel momento que alguien del desierto, te explique la milonga, es sinónimo, deque por el lugar, ha pasado algún guiri romántico. Posiblemente, el inventorsea, el mismo que se le ocurrió mezclar dátiles con bacon, que respetando losgustos de cada cual, es la más nefasta mezcla, que se pueda hacer con el frutode la palmera.No me gustaría ir de desmitificador, a fin decuentas, es bello ¿no? Igual que la relatividad del tiempo en el desierto, elfamoso “tú tienes el reloj y nosotros el tiempo” o el archiconocido “prisa mataamigo”, falso, todo falso.En honor a la verdad y sin que suene a tópico, sique debo decir, que en algunas zonas del desierto, he conocido la elegancia ensu más puro estado, la elegancia es innata, elegancia en comportamientos,elegancia en miradas, en silencios…

“Si tu intención es describir la verdad, hazlocon sencillez y la elegancia déjasela al sastre.” Albert Einstein
Hoy el cocinero, se levantó filósofo,la receta se me ha resistido, algún día haré una sección de make-in off, paraque entendáis de lo que hablo, nunca imaginaríais cómo he elaborado estoscoulants.Al tajo…
Ingredientes
4 huevos125 g. de azúcar120 grs de chocolate para postres(yo, siempre utilizo uno deYves Thuries ) 100 grs de mantequilla50 grs de harinaHinojo fresco, hojas, no vulvaPimienta negra en granoJengibre molidoConfitura de pétalos de rosa
Siguiendo la fabulilla, estostres coulants están inspirados en la misma, yo he invertido las situaciones, elprimero, perfumado con hinojo, suave…como el amor. El segundo, con jengibre,fuerte, picante, irascible…como la vida y el tercero, con pimienta negra,irremediable, sudorosa, …como la muerte.Haremos los tres coulantsexactamente igual, únicamente, añadiremos las especias/hiervas junto con elchocolate cuándo lo tengamos al baño María con la mantequilla.Montamos los huevos con elazúcar, intentando conseguir el mayor volumen posible. Al baño María, fundimosel chocolate con la mantequilla –añadimos las especias-. Una vez haya enfriadoel chocolate –tibio- lo añadimos a los huevos y a continuación, añadimos laharina. Mezclamos bien todos los ingredientes. Lubrificamos los moldes conmantequilla –algún día os enseñaré los míos-. Rellenamos e introducimos en elhorno, el cual tendremos precalentado a 215ºC, horneamos durante cinco minutos.Coulants acabados, Insh Ala.
¿Montamos el plato?
Servimos los tres coulantsjuntos. Encima de cada uno de ellos, servimos la especia que le corresponda. Enel caso de la pimienta en grano, sugiero, tener en maceración como mínimo 24 h.en Armagnac o en el caso del desierto en Mahia, un destilado a base de higos,que hace la función.Se debe comer junto con lasespecias, acompañamos con confitura de pétalos de rosa y decoramos con hojas dehinojo fresco, previamente picadas.
La eterna primavera
Si algo tiene el desierto, es quelas estaciones se confunden, de hecho, solo hay dos estaciones, verano yprimavera.El otoño, es la mejor de lasprimaveras en el desierto, los oasis florecen y dan lo mejor de ellos, arbolesde hoja caduca, aquí no caducan nunca, las higueras no se quedan calvas, losalmendros tampoco, por poner algunos ejemplos.Nuestro oasis particular, nos está dan do este año, lo mejorde sí.Prepararos en los próximos días con nuestras recetas al  hinojo.