La rápida propagación del coronavirus causante de la COVID-19, sorprendió al mundo en diciembre de 2019. Sin embargo en aquel entonces los reportes de una “extraña neumonía” se escuchaban lejanos para el occidente. Este 16 de marzo Venezuela cumple un año en cuarentena, marcado por las dudas acerca de la vacunación y las cifras en cuanto a los contagios.
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El brote fue detectado en Wuhan, China, un mes antes; pero fue el 11 de marzo de 2020 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia mundial.
Dos días después, Delcy Rodríguez, vicepresidenta ejecutiva del gobierno de Nicolás Maduro, confirmó los primeros casos en el país. Ese mismo día, el gobernante firmó el decreto de Estado de Alarma en el territorio nacional para atender la emergencia sanitaria.
A un año de este suceso, a escala mundial se contabilizan 112.079.230 personas contagiadas, de las cuales al menos 2.486.116 fallecieron y 67.803.500 se recuperaron. En el país, el más reciente parte de la Comisión Presidencial para el Control y la Prevención de la COVID-19 reportó 144.277 casos, con 94% de recuperación, es decir, 136.269 personas.
No obstante, las dificultades en el acceso a la información pública para corroborar las cifras, ha generado que organizaciones de la sociedad civil, miembros de la comunidad científica, la academia y ciudadanos en general cuestionen la fiabilidad del monitoreo, y expresen preocupación por la verdadera tragedia que se escondería detrás de las estadísticas oficiales.
Ahora la esperanza se vislumbra con una vacunación masiva de la cual aún no hay una estrategia clara, mientras el país sigue enfrentando una crisis generalizada y económica.