La historia de este parque nacional es de lo más interesante. Donde hoy hay un enorme cráter con un lago, antes había una montaña llamada Mazama. La montaña, como todas las de esta zona (la Cordillera de las Cascadas), era un volcán. Medía casi 3.700 metros de altura. Aproximadamente en el año 5677 a. C. entró en erupción y se colapsó más de 1.600 metros, creando una caldera volcánica. La caldera se fue llenando de agua con el paso de los años y formó el lago más profundo de EE. UU. (¡592 metros!). Mazama tiene mucha importancia para el pueblo nativo de esta zona, los Klamath, que presenciaron la erupción. La belleza del lago es su profundo color azul y la claridad del agua. Es uno de los lagos de agua más pura, ya que no tiene fuentes fluviales que lo alimenten (solo el agua de la lluvia y del deshielo) ni polución.
Así vivimos nuestra primera (y espero que no última) visita a Crater Lake.
Nada más llegar, a montar la tienda... ¡en la nieve!
Antes de que anocheciera fuimos al cráter a estirar las piernas y ver el atardecer. Junto al cráter hay información sobre la historia del parque y del lago.
Después de la tormenta de los días anteriores, las nubes y la niebla todavía hacían acto de presencia sobre el cráter, dejando imágenes como estas.
Al borde del cráter está el histórico Crater Lake Lodge, un hotel de montaña que abrió en 1915.
A la mañana siguiente salió un día soleado y radiante de cielo azul y lago aún más azul.
El lago tiene dos islas. La más grande (abajo) es Wizard Island, un cono de escoria (no lo insulto, se dice así) de 230 m de altura sobre el lago que se formó tras la erupción de Mazama con las subsiguientes erupciones. Se formaron otros conos, pero este es el único que sobresale en la superficie. Así que Crater Lake es "un cráter con un lago con un cráter". ;)
Como la cantidad de nieve era considerable, hicimos una excursión a un pico cercano, Watchman Peak.
Así de precioso e invernal estaba el comienzo del camino.
{A esta ardilla de manto dorado nos la encontramos junto al camino.}
Las vistas de los otros volcanes de las Cascadas mientras ascendíamos eran impresionantes.
Tras la ascensión, teníamos una vista directa de Wizard Island y el cráter.
Sobre la cima hay una caseta a la que se puede subir, e información sobre los alrededores.
Lo bueno de la nieve es que se pueden ver muy bien las huellas de los animales
(ciervos, martas, gatos monteses, linces...)
Y para entrar en calor tras la caminata, nada mejor que un chocolate caliente
junto a la chimenea en Crater Lake Lodge. :)
Después, vuelta al campamento... pero a pesar de las advertencias y la escasez de humanos en el cámping no vimos ningún oso. ;)
¡Feliz fin de semana!
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