Hemos visto en algunos posts recientes los dos últimos impactos de meteoritos relevantes en nuestro planeta: Tunguska y Chelyabinsk. Dado que en ambos casos el meteorito/cometa explotó en el aire, no quedó un cráter claramente visible en la superficie.
Me gustaría dedicar este post a repasar los cráteres de impacto (o astroblemas) más relevantes que se encuentran en nuestro planeta por el impacto de meteoritos, ya que hay muchos y muy interesantes.
Meteor Crater (o Barringer) Arizona, USA
Probablemente sea el más famoso de todos, ya que actualmente es una atracción turística. Se estima que tiene una antigüedad de 50 000 años, y fue causado por un meteorito de Fe-Ni (hierro-níquel) de unos 50 m de diámetro y cerca de 300 000 toneladas, la mitad de las cuales se desintegraron en la entrada a la atmósfera. Aunque inicialmente se estimó que la velocidad con la que entró el meteorito fue de 20 km/s, estudios más recientes la han bajado hasta poco menos de 13 km/s. Aún así, se ha estimado que la energía liberada en el impacto estuvo cerca de los 2'5 Megatones.
El cráter tiene un diámetro de 1200 m y una profundidad de 170 m.
Chicxulub, México
Otro cráter muy conocido, en este caso porque está asociado a la extinción masiva del periodo Cretácico hace unos 65 millones de años, la cual acabó con los dinosaurios como forma de vida dominante sobre nuestro planeta. Parte del cráter está sumergido bajo las aguas que bañan la península del Yucatán, por eso ha sido difícil calcular su tamaño, que se estima en unos 180 km de diámetro. El meteorito/asteroide que lo generó tendría un diámetro en torno a los 10 km.
Vredefort, Sudáfrica
Con una antigüedad de más de 2000 millones de años, es el cráter de impacto más antiguo de nuestro planeta que aún es visible. Se le estiman unos 300 km de diámetro, lo que le convierte también en el más grande de los cráteres confirmados. Un cráter tan grande implica también una fabulosa cantidad de energía de impacto, que supera en muchos órdenes de magnitud a las más potentes explosiones nucleares. El meteorito que originó este cráter tendría un diámetro entre los 5 y los 10 km.
Sudbury, Canadá
El segundo cráter más antiguo de nuestro planeta, tiene una antigüedad que supera los 1800 millones de años. La cuenca resultante tiene una forma ovalada; el meteorito que la ocasionó tenía unas dimensiones que están entre los 10 y los 15 km de diámetro. La violencia del impacto fue tan grande que algunas de las rocas eyectadas tras el choque se han encontrado a más de 800 km de distancia. El tiempo que ha pasado desde el impacto ha erosionado en gran medida el cráter original, que se cree que tenía unos 250 km de diámetro.
Manicouagan, Canadá
Apodado como el 'ojo de Canadá', por el aspecto que ofrece desde el espacio, el lago Manicouagan ocupa los restos de un cráter de impacto de más de 210 millones de años de antigüedad. Originalmente tenía 100 km de diámetro, pero la erosión y el depósito de sedimentos a lo largo de tantos millones de años ha reducido su diámetro a unos 72 km, más o menos. El objeto que lo causó debería tener unos 5 km de diámetro.
Popigai, Rusia
Este cráter se generó hace unos 35 millones de años y tiene unos 100 km de diámetro, aproximadamente igual en tamaño al Manicouagan. Se encuentra en el interior de la vasta región de Siberia, y recientemente las autoridades rusas han anunciado el hallazgo de ingentes cantidades de diamantes en él, probablemente originados por la enorme presión aplicada al terreno por el impacto del meteorito, al que se le atribuye un diámetro entre 5 y 8 km.
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