Hace unos días tuve ocasión de probar una de las especialidades más famosas del estado de Louisiana. Entre otras muchas cosas, Louisiana es conocida por su gastronomía, que mezcla influencias de diferentes países y culturas. Las influencias europeas predominantes son la francesa y española, ya que Luisiana perteneció a Francia y más tarde a España, y sólo en el siglo XIX, cuando fue vendida por Francia a los Estados Unidos en 1803, pasó a convertirse en estado de la Unión. El río Mississipi es el verdadero corazón de este estado, ya que lo recorre de Norte a Sur a lo largo de unos 1.000 kilómetros, para acabar desembocando en el Golfo de México.
La cultura cajun es una de las principales influencias en Louisiana. Los cajun son los descendientes de los Acadios, llegados en el siglo XVIII desde lo que hoy es Nueva Escocia, New Brunswick y Prince Edward Island en Canadá, que en la época eran territorio francés. A esto hay que sumarle las influencias africanas, resultado de la importación de esclavos africanos en el siglo XVIII. El resultado de todos estos vaivenes históricos es una gastronomía auténticamente espectacular, muy variada, original y llena de sabor. Si tenéis ocasión de viajar a Baton Rouge o Nueva Orleans, por ejemplo, no dejéis de probar platos como la jambalaya o el crawfish étouffé y preguntad por las especialidades locales de cada sitio.
En fin, a lo que iba. Hace unos días se organizó en un garito local llamado Neon’s un crawfish boil. Con este nombre se describe a un tipo de celebración muy común en Louisiana, típica de la cultura cajun, en la que se cuecen grandes cantidades de este marisco del Mississippi en agua hirviendo, y se come en el momento. El crawfish (en España se llaman cangrejos de río, aunque por su apariencia y sabor recuerdan más bien al langostino) se adereza con numerosas especias que le dan un sabor picante, y se sirve acompañado de maíz y patatas cocidas. ¡Y por supuesto, abundante cerveza fría para apagar la sed!
Parte del encanto de asistir a un crawfish boil es el aire de experiencia comunal que tiene; las mesas son compartidas y el marisco se sirve en grandes bandejas que se colocan en el centro de la mesa. Lo divertido es ir en grupo o con tu pareja y pasar un buen rato al aire libre disfrutando de la compañía y del sabor del marisco fresco. ¡Para chuparse los dedos!