‘Crazy ex – girlfriend’, o por qué tod@s somos un poco Rebecca Bunch.

Publicado el 14 enero 2017 por Carlosgu82

Rebecca Bunch – y quien la lleva a la pantalla pequeña, Rachel Bloom– han hecho una gran impresión últimamente. No había podido sacar tiempo hasta las fiestas para ver esta serie nueva, fresca, y con la mezcla perfecta de musical y comedia (¿musicomedia?) que a mí personalmente me ha conquistado desde el piloto.

El planteamiento es sencillo: chica tiene un childhood sweetheart  – un amorío adolescente o de infancia, para entendernos –  breve pero intenso durante un campamento de verano y no termina de superar  la relación con él ni que rompieran.

Sencillamente, el primer número musical (West Covina) es digno de ver.

Así de primeras puede parecer incluso absurdo. En serio, hasta a mí me lo pareció. Un poco, por más amante de los musicales que sea – que lo soy,mucho. Pensaba que iba a ser otra parodia estúpida y a lo mejor rozando lo denigrante sobre las mujeres y su dependencia de los novios. O algo así. Pero muy al contrario, a pesar de que su género es el que es….hasta he soltado alguna lagrimita.

Rebecca Bunch no es una Bridget Jones cualquiera.

Nada en contra de Bridget, al revés, la comparación es para bien. Lo que más me gusta de Bridget es lo real que puede llegar a ser porque, venga, a quién no nos ha pasado la gran mayoría de las cosas que le pasan a ella. Pues este es el mismo caso, sólo que va a un nivel más profundo. Es obvio que Rebecca tiene problemas serios, entre otros ansiedad y ataques de pánico a raudales, por nombrar sólo uno. Y se pierde tanto en sí misma que llega a olvidarse del resto.  Se niega lo evidente, lo de cometer una locura porque en realidad en Nueva York no era feliz. Y sí, Josh Chan tiene mucho que ver. Siempre.

Pero sobretodo se trata de las relaciones humanas. De los líos, los malentendidos, de cómo conservar una amistad. O de ponerla a prueba. De cómo el tiempo te dice que una amistad es de verdad porque lo aguanta todo. Las que se acaban al poco, será porque esa amigas pues…no lo son tanto, ¿verdad?

La relación entre Rebecca y Paula es maravillosa y digno de ver el transcurso de todos los altibajos, y eso que me encuentro justo al día de la segunda temporada. Hay joyas como esta (quien no esté al día, ojito [Spoilers]):

Greg es otro gran personaje que en mi opinión no lo han valorado lo suficiente. No sé, será que yo también tengo mi puntito cínico y siempre me gusta que los hayan. Como April en Parks and recreation.  Pero para eso tenemos a la vecina de Rebecca.

En fin, que si os pongo todos los geniales números musicales no acabaría de escribir esto nunca. Pero acabas amando a todo el mundo, y yo tengo especial debilidad por Darryl, el jefe de Rebecca en West Covina. A través de toda su trama de descubrir su bisexualidad Rachel Bloom nos da un baño de humildad y otro de tolerancia además de representación LGBTQ+ en la que andamos escasos en la tele, también. Porque puede pasar a cualquier edad. Tengas 16, 33 o 60.

Lo único que me queda por decir es que recientemente gracias a Netflix y recomendaciones varias de colegas estoy descubriendo muy buena televisión. Ya iré hablando de ellas, pero por el momento os aconsejo que saquéis al menos cuarenta y dos minutos de vuestro día para ver un capítulo de esta serie. Que os digo que no os váis a arrepentir.