Aunque no pretenden abolir el software como tal quieren que la obligación de usarlo desaparezca, dando paso a soluciones más creativas y entretenidas para la presentación de información a un público, puede parecer una causa extravagante pero diferentes personas han estudiado de forma meticulosa como el uso de este programa puede afectar el mensaje que se pretende trasmitir, además los asistentes olvidan rápidamente las imágenes presentadas en la exposición y en la mayoría de los casos el tiempo que se pasa frente disertaciones apoyadas en Power Point resultan casi tiempo perdido.
Diferentes análisis del uso de esta herramienta en las aulas de clase concluyen que los expositores no se sienten responsables por lo que se muestra en las trasparencias, únicamente recitan la información en ellas sin darle ningún dato nuevo al espectador.