Han sido el terror de la inmensa mayoría de los adolescentes. Ninguno nos hemos librado de sufrirlas, y todavía hoy, pese a haber cumplido años alguna queda, o cuanto menos, dejaron alguna pequeña marca. Las espinillas deben ser enemigo número uno universal, más temido y odiado, y sin embargo, todavía no ha salido un producto realmente eficaz que acabe con ellas de un modo seguro. Ahora, la tecnología he hecho posible crear una aplicación para controlar las espinillas. Se llama Scan Z. No las elimina, pero nos informa de su situación y de cuánto falta para que se nos quite.
La clave, explican, está en el análisis del rostro. Esto se hace con un pequeño dispositivo, similar a la cámara de una computadora, que al colocarse sobre la cara y el área afectada por el grano revela lo que pasa en las capas internas de la piel, como por ejemplo la actividad de las glándulas sebáceas y el nivel de inflamación.
El aparato, llamado Scan Z, se conecta a través de un cable al celular y envía la información a una aplicación (App) que analiza la espinilla, la cataloga, indica por cuánto tiempo estará visible, recomienda los productos que deberían usarse para acelerar su desaparición y evalúa la efectividad del tratamiento sugerido.
Posteriormente, la persona vuelve a realizar el procedimiento para saber si el tratamiento está funcionando o no. Si el caso es el último, se cambian los productos sugeridos para procurar acelerar la desaparición del grano.
Fuente: BBC
Me temo que voy a ponerme nostálgica colocándome imaginariamente en la piel de mi abuela o mi madre, pero recordando mis tiempos adolescentes, no puedo por menos que maravillarme de los adelantos tecnológicos, aunque también soy consciente, y ahora lo veo, de que los problemas, miedos y obsesiones continúan siendo los mismos que antes, y que siempre. También los deseos. Por supuesto, para nada echo de menos mis espinillas.
Tener espinillas es el resultado desagradable de estar haciéndose mayor. En cierto modo, implica la alerta de que debemos comenzar a cuidarnos y a adquirir responsabilidades para con nosotros. Y es que si para presumir hay que sufrir, en el tema de las espinillas a menudo ignoramos que nuestra piel necesita unos cuidados específicos que, rara vez le procuramos. Únicamente nos acordamos de que tenemos que cuidar nuestra piel cuando vemos las orejas al lobo, ya sea en forma de espinillas, de arrugas o de picor.
Es curioso, en mis tiempos, antes de que internet y los móviles se hiciesen tan populares, a los jóvenes también nos obsesionaban los granos. Entonces no había aplicaciones, pero allí estaban nuestros ojos, fijos al espejo con cara de pavor suplicando un milagro al reloj para que aquéllo desapareciese. La obsesión por el grano podía llegar a ser muy tortuosa. Me pregunto si con esta aplicación para controlar las espinillas, Scan Z, a los chicos les será más llevadera la juventud, o por el contrario, continuarán viviendo tardes inmensamente largas frente al espejo, o en este caso, frente al dispositivo.