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Hoy hemos sabido que el Ejecutivo prepara en el anteproyecto de la Ley de Emprendedores, la posibilidad de creación de empresas depositando inicialmente de capital social un solo euro. Esta medida, es la mayor tontería que se le ha ocurrido al Ministerio de Economía y al propio Mariano Rajoy siquiera por presentarla.
La clave del cambio en la estructura de capital, es que no será obligatorio el desembolso completo del capital de la sociedad, actualmente 3.000 euros, bien dinerario, bien en especie y que se podrá depositar a lo largo del primer año de existencia de la empresa. A ver señores, los profesionales que no necesitan una estructura jurídica, ya se pueden dar de alta como autónomos sin depositar ningún capital y las empresas que se pongan en marcha con un solo euro, poca actividad inversora van a poder realizar.
¿Es creíble una estructura mercantil que no tenga bienes o derechos valorados mínimamente en 3.000 euros? ¿qué garantías puede ofrecer hacia terceros una empresa que no tiene fortaleza financiera para afrontar 3.000 euros? Esta medida, es un completo sinsentido, que sólo persigue colgarse medallas vacías de contenido. Pista, dos ordenadores y un dominio en Internet se pueden valorar en 3.000 euros y no ha hecho falta depositar ni siquiera ese euro en una cuenta corriente. ¿se entiende la medida absurda ahora?
En cambio, si se podría limitar la responsabilidad del autónomo frente su propia actividad económica si no pasa de determinados volúmenes de deuda, sí se podría facilitar la creación de empresas eliminando la exención en actos jurídicos, se pueden eliminar infinidad de licencias, estudios y solicitudes de actuación. Menos burocracia, que en este país, eso sobra.
Por último, también se podría montar un sistema de cuotas reducidas para todos los autónomos nuevos sin excepción de edad y que lleven más de un año sin estar en dicho régimen, se podría crear un contrato de trabajo único con indemnización creciente para eliminar la precariedad y hasta incluso, se podría crear un sistema de exención de IVA si no se facturan al año 30.000 euros.
Medidas en este sentido, son mucho más efectivas que la tontería de empresas por un euro que se les ha ocurrido hoy. Pero claro, para plantear medidas que tengan cierta efectividad, es imprescindible conocer el día a día de las empresas, extremo que nuestros políticos no han visto ni siquiera en televisión (bueno si, algunos si son “verdaderos empresarios”, valga la triste ironía).
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