Creatividad como estrategia de conocimiento

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Lo cierto es que la mayoría de buenas estrategias, de grandes inventos y de grandes hallazgos, han ocurrido en los momentos más difíciles de la historia humana o en los momentos de mayor necesidad de quienes desarrollaban estos inventos o estas innovaciones.

Muchos de los materiales que hoy conocemos como comunes en nuestra vida cotidiana, datan desde la primera guerra mundial. No el invento como tal pero si el desarrollo de la industria de la aviación y la potencialización de los Rolls Royce que fueron los motores que marcaron la diferenciación y la ventaja competitiva de la fuerza aérea inglesa frente a la alemana. La utilización y el perfeccionamiento del acero para desarrollar armas de alta precisión fueron los que dieron lugar al desarrollo de la industria metalmecánica y automotriz en Alemania que aun hoy goza del reconocimiento de la excelencia y a perfección en sus desarrollos.

Esto y de la misma mano de los ingleses que desarrollaron la tecnología de los Radares que marcaron también la diferencia en el espacio de la segunda guerra mundial; de estos desarrollos históricos que han cambiado el ritmo de la sociedad es en lo que después se basó el modernismo y la industrialización y desarrollo tecnificado de bastantes economías Europeas y Asiáticas.

Pero también de estos procesos y de las estrategias que se han implementados principalmente en las guerras y en los planes expansionistas o proteccionistas de los países es en lo que muchas compañías han basado sus estrategias de mercadeo y estrategias corporativas. Pero algo que muy poco se ha anotado y poco se ha puesto en práctica son las estrategias que de las guerras resultaron para obtener conocimiento así fuera del enemigo y es en esto en lo que me quiero centrar.

Según relata Diana Uribe en uno de sus fabulosas conferencias especiales de guerras del siglo XX, en medio de la segunda guerra mundial, Justo cuando Inglaterra había marcado una posición frente al avance de las tropas Alemanas, los ingleses con el gran objetivo de contrarrestar la ofensiva de los Alemanes decidieron avanzar sobre el País Alemán por vía aérea el cual era su fuerte. Pero con un gran inconveniente y es que los alemanes también los podían identificar por medio de Radares y con esto simplemente los Ingleses no podían entrar. ¿Cuál era el problema? Los ingleses no sabían dónde tenían ubicados los alemanes sus radares y tampoco sabían que alcance tenían. Entonces parece que la única opción era montar un radar de radares, pero de alguien muy ingenioso surgió una idea muy interesante que inmediatamente pusieron en práctica.

Lanzar miles de palomas mensajeras con un mensaje en la pata de la paloma que decía: "Si usted ha visto un aparatico que da vueltas constantemente por favor anote su ubicación en el dorso de este papel y deje la paloma volar". Al cabo del tiempo ya tenían identificado la ubicación de la mayoría de radares y además con esta ubicación habían logrado tomar algunos y examinar su alcance. Entonces basados en este conocimiento adquirido fue que lograron reducir el margen de riesgo y por lo tanto garantizar el éxito de las operaciones.

Muchas veces nos vemos enfrentados a problemas de conocimiento en nuestras organizaciones y dentro de estos escenarios consideramos como la mejor opción de obtener este conocimiento las herramientas habituales. Dentro del espacio del conocimiento cabe también la creatividad y las estrategias de guerrillas aplicadas al conocimiento para entender desde fuentes primarias y poco convencionales al mercado, a la competencia, a los consumidores y de igual manera garantizar el éxito de la operación del negocio.

* Vicepresidente Corporativo Raddar Consumer Knowledge Group
@fabianraddar, Fabian.garcia@raddar.net

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