Parece que está de moda que los libros se conciban como una extensión de nuestro propio cuerpo. Habitualmente el rostro es el protagonista de estas composiciones, pero la creatividad no tiene reglas de modo que podemos encontrar gran variedad de enfoques jugando con las portadas. Sin ir más lejos, la promoción del nuevo libro de Amy Tan se basa en esta idea. También la campaña de publicidad la librería Mint Vinetu de la que nos hacíamos eco hace unos días, con varios años de antigüedad. Como veis, no es nada nuevo pero sigue a la orden del día y puede ser muy divertido.
¿Qué os parece? ¿Nos encontramos ante una nueva forma de postureo literario o simplemente hablamos de creatividad?
Imágenes: Corpus Libris