Por Joana Sánchez.
Tanto en el trabajo como en nuestra vida cotidiana, nos rodean personas a las que les agrada cortarnos las alas. Si te sientes motivado por cualquier objetivo, ya se encargarán ellos de hablarte del pasado, de recordar un proyecto que no salió bien, sencillamente, de llevarte por el camino de la apatía.
Lo harán de manera sutil. Disfrazado de amistad, de buena fe y es a esas personas a las que hay que alejar. Tanto en lo profesional como en lo personal. Puede que su intención no sea mala, pero a la larga hacen daño, incluso sin ser conscientes. Si ellos se han quedado estancados, intentarán que tú no despegues. ¿Falta de empatía? Sí, y un poco de conformismo.
Dicen: "Permiso para ser creativo"
Resulta bastante habitual entre los trabajadores de empresas y organizaciones que no exista ese permiso para ser creativo. Y no sólo por parte de los gerentes sino de la mano de ciertos compañeros o mandos intermedios.
Aseguran que apuestan por la innovación, que abogan por la creatividad pero entra en el equipo alguien con ideas nuevas y se las cargan de un plumazo sin pararse a considerarlas. Creatividad es sinónimo de crecer, de volar más alto, de: "Permiso para sugerir un cambio que nos beneficiará a todos".
Pero llegamos a cierta edad, y no tiene relación con el DNI sino con la mentalidad, en la que ese espíritu de reinvención para la empresa o en lo personal nos parece imposible y si a alguien se le ocurre elevar la voz de la mano de una nueva idea, le miramos como si acabara de aterrizar de Marte.
Dicen: "Seamos iguales, da menos miedo"
¿Qué necesidad hay de cambiar? ¿Para qué arriesgar? Son dos preguntas clave para los que han decidido que ya tienen bastante con su vida gris, quizás no cómoda pero sí donde no existe la opción para que alguien mueva un mueble de un lugar.
Son esa especie que emplean una vara de medir que incluye estos parámetros:
- Con X edad ocurre esto y esto, por lo tanto, ni se te ocurra hacer algo que no corresponde.
- Pronto estarás como yo. Y te muestran tu futuro como si fuera el suyo. Como si todos estuviéramos abocados a vivir la misma vida.
- Yo también era como tú hasta que cambié. Al igual que una persona que vive sola o no desea estar en pareja y trata de repetir su mensaje machaconamente:se está muy bien solo, no necesitas a nadie, puedes ser feliz como yo..., este tipo de mensajes los evocan cada vez que hablas de tus nuevos planes. No importa de qué tema hables, al final su no-consejo será: escucha mi mantra, no hay espacio para innovar.
Supera esos muros
Si tenemos mucho que aportar, que decir, y tenemos confianza en ello, lo primero de todo que debemos hacer es aprender a decir no a esas personas. Decir no con la mirada, con nuestro discurso y sobre todo, decirnos no a nosotros: no a escuchar a personas que se han cansado de la vida por diversas razones.
Hay personas negativas por naturaleza. Personas que creen saber de todo y de cómo funciona la vida. Y las personas creativas están para desordenarles los esquemas. Para recordarles que con 18 se puede ser original, tener ganas de comerte el mundo, pero también a los 40.
Llega a la persona adecuada
Con muchas ganas y fuerza, pero sobre todo, con una autoestima alta, intentaremos que nuestra idea llegue a los oídos adecuados. A la persona que sí tendrá en cuenta nuestro proyecto (o no...) Pero lo habremos intentado.
Rodéate de profesionales creativos siempre podremos intentar estrechar lazos con aquellos compañeros que tengan ganas de mejorar y encontrar soluciones que hagan más fácil o rentable su labor en la empresa. Que no tengan miedo a cambiar.
¿Cuáles son las características más importantes de un buen compañero? Saber escuchar
- Ser flexible y abierto
- Tener la habilidad de trabajar en equipo
- Confiar en los demás
- No tener ideas añejas grabadas a fuego
- Poseer una fuerte empatía
Si ya es complicado innovar en la empresa, no nos pongamos obstáculos nosotros, dejando pasar a mentalidades derrotadas que con una sonrisa en la cara pero con un no subliminal, nos invitarán a que veamos el lado negativo de cualquier cuestión.
Cuando alguien trata de recordar nuestros fracasos o de elevar a las alturas los logros de otros, nos demuestra que no es buen compañero.
Joana Sánchez
Editor. En Pymes y Autonomos desde hace 4 años.
Copywriter y publicista. Soy bloguera pero a veces utilizo libreta. Me interesan las personas y sus historias. En mi blog personal escribo sobre marketing de contenidos, cine y comunicación.Si quieres ponerte en contacto conmigo, escribe porque prometo contestar.
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Fuente https://manuelgross.blogspot.com.ar/2016/04/que-no-te-corten-las-alas-consejos-para.html