Creatividad y polémica en el spot de Cruzcampo: "Con mucho acento"

Publicado el 26 enero 2021 por Alfmendiz
La semana pasada Cruzcampo revolucionó el mundillo publicitario al lanzar su spot “Con mucho acento”. La causa del revuelo no era otra que el hecho de “resucitar” una de las cantantes folclóricas más conocidas de nuestro país: Lola Flores. Gracias a la agencia Ogilvy y a un complejo proceso de composición y postproducción denominado “deep fake”, la imagen de “La Faraona” volvió a nuestros televisores y a nuestra vida en el siglo XXI.

El spot ha provocado una cierta controversia en las redes sociales. Unos alaban la campaña por su creatividad y por la pericia profesional con que han traído de vuelta la imagen y la voz –digitalizadas– de nuestra cantante. Otros se preguntan si es ético poner en boca de una persona fallecida unas palabras que nunca dijo –y, además, en favor de una compañía cervecera– a pesar de que la familia ha otorgado el permiso para ello.


Lo cierto es que el anuncio ha alcanzado bastante notoriedad y ha conseguido modernizar la imagen de la marca trasladando a la audiencia un mensaje que Cruzcampo venía diciendo desde hace años, pero con poca resonancia: el orgullo de las raíces, el carácter propio, el aprecio por la diversidad… Lo que en el anuncio se materializa en su eslogan: “Con mucho acento”. Juan Pedro Moreno, director creativo de la agencia, lo explicaba así: 

Teníamos encima de la mesa una campaña ambiciosa. La marca nos pedía un reposicionamiento para tener un discurso más contemporáneo y adoptar esa postura en el mundo y el compromiso para con los consumidores que se exige hoy en día a las compañías. En esa búsqueda llegamos al territorio del acento”.

Para conseguir la imagen, el rostro y la voz de la artista fue necesario visionar cientos de horas de material audiovisual y más de 5.000 imágenes. Después, tuvo lugar un minucioso proceso de composición y postproducción en el que se pudo contar con las hijas de la cantante, Lolita y Rosario Flores. Con todo, el debate ético sigue abierto: ¿Se puede usar la imagen de alguien desaparecido y, sin su consentimiento, hacerle decir cosas que nunca dijo? ¿Lo podrán hacer algún día con nuestra imagen?


 Aquí os dejo el anuncio y el “Así se hizo” de la campaña. Agradeceré vuestros comentarios.