Analizando estos datos, la participación del sector agroalimentario y pesquero en el conjunto del comercio exterior español es de 15,2% en exportaciones, siendo el segundo sector más importante a nivel general.
El valor que tienen las importaciones fue de 30.188 millones, lo que corresponde a un 2,3% menos que en el otro periodo. Si se analizan los distintos sectores, es de destacar que el agroalimentario transformado mejora sus exportaciones, sobre todo en lo que respecta a aceite de oliva, vino y las carnes de porcino. Y la suma del alimentario agrario transformado y pesquero transformado en exportaciones de julio fue de 2.135 millones de euros y las importaciones de 1.554 millones de euros. Datos que mejoran el periodo del año anterior. Mientras que el alimentario pesquero aumenta sus exportaciones un 5,7%.
La tendencia creciente de las exportaciones del grupo de las carnes es positiva, así como el de los cítricos frescos. Algo parecido pasa con los frutos secos, que mejoran sus exportaciones, igual que el aceite de oliva y el vino, si bien se observa un ligero aumento de precios en estos últimos.
Con ello, se puede afirmar que el consumo de pescado también aumenta y que los países confían en la pesca española, al aportar calidad y precios competitivos. El aceite de oliva y las frutas son otros alimentos que se exportan de manera favorable. Igual que la carne de vacuno.
El sector agroalimentario y pesquero presenta un saldo positivo de 652 millones de euros, que es un 4% inferior al de julio 2013, con una disminución de exportaciones del 0,9%, mientras que el saldo de los 12 últimos meses es de 9.817 millones de euros, lo que es un 20% más respecto al mismo periodo que el pasado año.