Crecimiento sesgado

Publicado el 25 noviembre 2009 por Eloy
La economía del Perú, desde el año 2001, ha experimentado un crecimiento económico que destaca en tres hechos relevantes. Primero, en términos del PIB per cápita, recién el año 2006 pudo nuevamente alcanzar y superar los niveles obtenidos en 1975 [i]. Segundo, este crecimiento ha venido acompañado de un aumento sostenido de los niveles de empleo. [ii] Y por último, como ya ha sido identificado, este crecimiento económico ha conllevado a una drástica reducción de la participación salarial en el PIB, equivalente a un 16,4% menos, entre el 2002 y el 2008.[iii]
Respecto a este último punto, puede hacerse la observación de que a pesar de la caída de la participación salarial en el PIB; esto no implicaría una caída de la masa salarial. Es decir, aún bajo estas condiciones es posible tener un crecimiento de la masa salarial y si ésta lo hace a tasas superiores que el crecimiento de la PEA asalariada; entonces tendremos como consecuencia una mejora del salario promedio. Sin embargo; justamente a partir del 2002, año en que la brecha de participaciones en el PIB, entre salarios y excedente de explotación aumenta, podemos notar también una apertura entre las tasas de crecimiento del PIB y las remuneraciones del sector privado.
Así, mientras la economía crecía sostenidamente desde el año 2001, esto no sucedía con las remuneraciones del sector privado. En el caso de los salarios reales, tenemos dos años de caída, 2006 y 2007; mientras que los sueldos reales experimentan tres caídas, 2004, 2005 y 2007. Asimismo, cuando experimentaron un crecimiento ambas remuneraciones reales, sus tasas han sido inferiores a la del crecimiento del PIB real.
Lo interesante de este crecimiento, cuyas tasa mayores han sido los años 2005, 2006 y 2007, con 6,8%; 7,7% y 8,9% respectivamente; han sido estos años los de estancamiento o decrecimiento de las remuneraciones reales. Es decir, definitivamente, en este “boom” económico, los trabajadores remunerados del sector privado no han experimentado mejoras reales de su bienestar.
Así por ejemplo, aquellos trabajadores a sueldo, según el índice de sueldo real publicado por el INEI, en enero del 2001 percibían 113,9 y para diciembre del 2007 este indicador señalaba 108,4. ¡Un descenso de 4,83%! En tanto, para los asalariados, el índice de salario real publicado por la misma institución, señala que entre diciembre del 2003 y diciembre del 2007, este índice fue de 101,6 a 101,7, ¡una mejora de 0,1%! [iv]
Estas cifras indican que el crecimiento dado en la economía peruana, es un crecimiento sesgado. Es decir, ha venido beneficiando principalmente a otros sectores de la economía, menos a los remunerados del sector privado. Y esto último, debe haber tenido un impacto negativo en la desigualdad distributiva del país. En suma, no todos los peruanos se han beneficiado del “gran” crecimiento, muy a pesar de la expansión del empleo, ya sea en términos absolutos como relativos.
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[i] En los años de la heterodoxia aprista, para 1987 se estuvo a 2,58% de alcanzarlo. En la etapa de economía abierta, de 1991 hacia adelante, le ha tomado al país cerca de 16 años recuperar dicho nivel.
[ii] El índice de empleo nacional fue de poco menos de 100 para el 2001, hasta 120 aproximadamente para el 2006, según el Ministerio de Trabajo.
[iii] Véase http://www.cristaldemira.com/articulos.php?id=2040.
[iv] El indicador graficado para el año 2002 es una estimación nuestra.