Desde hace cierto tiempo, me han llamado la atención, una serie de actitudes sumamente contradictorias que se suscitan en torno a creencias muy arraigadas en la sociedad acerca de la maternidad. Intentaré relatar algunas, y agradeceré mucho que me ayuden a completar la lista:
"Quiero que me hagan cesárea para no sentir el dolor de parto"Como hemos contado en artículos anteriores, el dolor de parto es algo subjetivo, sobre todo habiendo mujeres que han tenido un parto sin dolor - incluso partos orgásmicos - sin haber necesitado medicación. El dolor del parto depende en gran medida de nuestra predisposición, del ambiente de intimidad, apoyo, compenetración, relajación, respeto a los procesos de la mujer durante el alumbramiento. Por otra parte, no olvidemos que la cesárea es una cirugía abdominal mayor, y hago un inciso aquí para aclarar que en este caso me refiero a las cesáreas electivas, perfectamente respetables, porque son decisión de la mujer, pero a mi parecer, una elección basada en el miedo, posiblemente también en falta de confianza en el cuerpo. Muchas otras mujeres son coartadas y acceden a una cesárea innecesaria a conveniencia médica, con todas las implicaciones que esto tiene, tanto para la madre, como para el recién nacido desde todos los puntos de vista.
"Es que usa el pecho de chupete"
"Llévalo en cochecito para que descanses" (mientras llevas tu bolso cerquita, colgado del hombro)
"Dale un par de bofetadas para que aprenda"Otra contradicción estrella, suele ser usada para decirle a los padres que si le damos dos golpes a un niño, éste aprenderá, por ejemplo a no pegarle a otros... ¿Tiene sentido? Está más que demostrado que los niños aprenden por el ejemplo, eso de "haz como digo, no como hago" no tiene mucho sentido tampoco. Es como los padres que se enojan porque sus hijos adolescentes comenzaron a fumar, pero han fumado delante de ellos ¿o mejor digo encima? desde que nacieron prácticamente...
Para ilustrar que los niños aprenden del ejemplo que les damos, los invito a ver este video, titulado Children see, children do (Los niños ven, los niños hacen).
"Déjalo llorar para que aprenda"¿Y qué va a aprender un niño a quién dejamos llorar? Que mamá no vendrá, que haga lo que haga, lo que intenta comunicar no será recibido, ni comprendido, así que deja de comunicarse. Luego tenemos a un niño dócil, que nunca se queja, nunca llora, no protesta. ¿Muy cómodo, no? Después llegan a la adolescencia y los padres se quejan de que no logran comunicarse con sus hijos. Sus hijos a quienes han mandado el mensaje de "no te comuniques, que no te estoy escuchando" un montón de veces cuando eran pequeñitos...
"No lo mimes tanto, que se malacostumbra"¿Acaso los mimos son una mala costumbre? ¿Es preferible que se acostumbren a los golpes desde temprano, cierto? Luego vemos a esas mismas personas siendo adultos en relaciones afectivas tóxicas, de maltrato verbal, frialdad, poco o nulo cariño, o incluso violencia física. ¿Por qué? Sospecho que puede haber relación con que desde chiquitos los hayan malacostumbrado a la falta de afecto, ¿no creen? Lo siento, prefiero que mi hijo se acostumbre al cariño, a los besos, abrazos y mimos, desde pequeñito :)
"Ponlo en la cuna directamente para que aprenda a dormir solo"¿Y para qué queremos que aprendan a dormir solos? ¿Tiene sentido que en la época en la que nuestra personalidad aún no está formada, en la que somos más dependientes de nuestras madres y/o padres, tengamos que aprender a enfrentarnos solos a la larga y oscura noche mientras que de adultos se acostumbra dormir acompañado?
"Dale pecho a demanda, pero no le des antes de que pasen dos y media a tres horas"A ver, otro sin sentido de la lactancia materna: Si damos el pecho a demanda, pues no hay horarios, ni restricciones. El pecho y el biberón se dan a demanda. Cuando al niño le apetezca, por eso lo está pidiendo, ¿no? No para molestar, ni manipular, ni porque sea un malcriado, simplemente porque necesita el pecho ya sea para alimentarse a nivel físico, emocional, o espiritual, o porque le apetezca la cercanía con mamá, todas razones igualmente válidas.
"Cuando tenga dos meses, espacia más las tomas, el niño ya debe ser capaz de aguantar de 4 a 5 horas sin volver a tomar el pecho"Este es aún más ilógico y atroz. Si el niño está tomando el pecho, sabiendo que la leche materna es el alimento más digesto que existe para él, sabiendo que se digiere en menos de 45 minutos, y que está en constante crecimiento, por lo cual sus requerimientos nutricionales irán en aumento, ¿cómo podemos pretender que coma lo mismo, dejando pasar más y más horas de por medio cada vez? Es como decir que si le damos a un niño de 2 años media banana de merienda dos horas después del almuerzo, pues a un adulto hay que darle media banana de merienda dieciocho horas después del almuerzo, ¿tiene sentido? Por supuesto que el requerimiento nutricional y el apetito se estancan en varias etapas, por ejemplo, como comenta Carlos González en Un Regalo para Toda la Vida, un niño de 9 meses come menos que un niños de 18 meses, porque su crecimiento es más lento en esta etapa (refiriéndose a la alimentación complementaria, no al pecho).
"Si está volviendo a pedir el pecho es porque tu leche no lo llena, dale un biberón y verás qué bien le sienta. Tienes a ese niño pasando hambre, por eso pide amamantar tan seguido"Otra gran contradicción, el biberón "de ayuda" o complemento, contrario a lo que implica su nombre, no ayuda, sino que contribuye a bajar el suplido de leche de la madre, lo cual tarde o temprano, derivará en más complementación con leches artificiales y a que la madre se quede sin leche, haciendo fracasar la lactancia materna. Si el niño vuelve a pedir el pecho es porque le apetece, porque la leche materna es digesta, o simplemente porque quiere sentir el calor, confort, cercanía y cariño de su madre. ¿Acaso si te apetece un café o una trufa de chocolate después de la comida, no te los tomas? Pues lo mismo con el pecho, simplemente le apetece amamantar otro rato.
"Pero ponle límites para que aprenda"Como hemos comentado en un artículo anterior, los niños tienen límites naturales, los límites que sí debemos ponerles por su seguridad, no son precisamente a los que se refieren las personas que usan esta frase, suelen hacer alusión a prohibiciones que no son de vida o muerte, sino simplemente para marcar territorio y autoridad, y a menudo desencadenan rabietas. ¿Si no tienes prisa, qué tiene de malo complacerlo y quedarse 10 minutos más en el baño, si el niño lo está disfrutando y te lo pide?
¿Y tú? ¿Qué otras contradicciones has observado en torno a la maternidad? ¿Nos las cuentas?
Foto © moodboard/Corbis