Revista Ciencia

Creer en teorías conspirativas sobre la COVID-19 aumenta los niveles de ansiedad de las personas

Por Davidsaparicio @Psyciencia

Creer en teorías conspirativas sobre la COVID-19 puede tener un impacto personal negativo: estas creencias predicen niveles elevados de angustia mental en las personas que las sostienen (Leibovitz et al., 2021).

¿Por qué es importante?

Las teorías conspirativas suelen desarrollarse cuando los individuos experimentan una amenaza existencial y en situaciones de mayor incertidumbre, ansiedad y falta de control percibida (Van Prooijen, J.-W., 2020; Van Prooijen,J.-W., Douglas, K.M., 2017; Bruder et al., 2013; Grzesiak-Feldman, 2013; Van Prooijen y Acker, 2015; Van Prooijen y Douglas, 2017; Van Prooijen y Jostmann, 2013; Whitson et al., 2015). Con frecuencia son desarrolladas como un método para aumentar la sensación de control y certeza (Douglas et al., 2017), sin embargo, también se teoriza que cualquier beneficio del pensamiento conspirativo probablemente sea de corta duración con efectos negativos a largo plazo (Freeman & Bentall, 2017). El pensamiento conspirativo se ha asociado con emociones negativas, mayor aislamiento social (Freeman y Bentall, 2017) y ansiedad (Grzesiak-Feldman, 2013). Otros estudios han encontrado que las teorías conspirativas están asociadas con una menor probabilidad de seguir las pautas gubernamentales, como usar una máscara, distanciamiento social y recibir una vacuna.

¿Qué metodología usaron?

Los autores encuestaron a 797 residentes canadienses y estadounidenses en el mes de abril de 2020 a través de la plataforma Mechanical Turk de Amazon. Cerca de la mitad fueron encuestados nuevamente en mayo de 2020.


Los participantes respondieron indicando si estaban de acuerdo o no con declaraciones conspirativas sobre el origen del nuevo coronavirus, como “la COVID es un arma biológica” y “la COVID es una forma de gestionar la sobrepoblación”. 

¿Qué encontraron?

Dentro de los hallazgos se resalta que:

  • Aproximadamente la mitad de la muestra (49,7%) creía al menos una teoría conspirativa. 
  • Más creencias en teorías conspirativas respecto de la Covid-19 se asociaron con más ansiedad durante el mes de seguimiento, pero no con la calidad de vida. El periodo de tiempo de un mes pudo no haber sido suficiente para registrar tales cambios.
  • La religiosidad/espiritualidad, no conocer a alguien en alto riesgo de COVID-19 y la etnia no blanca se asociaron con mayores creencias de conspiración. 
  • Los esquemas positivos más bajos sobre los otros se asociaron con mayores creencias conspirativas, solo en niveles bajos y moderados de esquemas propios positivos. En otras palabras, los participantes que sostuvieron las declaraciones de conspiración tenían más probabilidades de estar de acuerdo con frases como “no soy amado” y “otras personas son hostiles”.

Las teorías conspirativas suelen desarrollarse como una forma de hacer frente a la incertidumbre y la incontrolabilidad de las situaciones amenazadoras, pero en este estudio sostener tales creencias se asoció con mayores sentimientos de ansiedad, señalaron los autores. 


Concluyeron que los autoesquemas positivos protegen contra la creencia en teorías de conspiración, por lo que las intervenciones realizadas con el objetivo de  aumentarlos pueden ser efectivas para reducir los efectos negativos de las creencias conspirativas.

Referencias bibliográficas:

  • Bruder, M., Haffke, P., Neave, N., Nouripanah, N., & Imhoff, R. (2013). Measuring individual differences in generic beliefs in conspiracy theories across cultures: conspiracy mentality questionnaire. Frontiers in Psychology, 4, 225. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2013.00225
  • Douglas, K.M., Sutton, R.M., Cichocka, A. The psychology of conspiracy theories
  • Current Directions in Psychological Science, 26 (6) (2017), pp. 538-542, 10.1177/0963721417718261
  • Freeman, D., Bentall, R.P. (2017). The concomitants of conspiracy concerns
  • Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology, 52 (5), pp. 595-604, 10.1007/s00127-017-1354-4
  • Grzesiak-Feldman M. (2013). The effect of high-anxiety situations on conspiracy thinking. Current Psychology, 32 (1) (2013), pp. 100-118, 10.1007/s12144-013-9165-6
  • Leibovitz, T., Shamblaw, A. L., Rumas, R., & Best, M. W. (2021). COVID-19 conspiracy beliefs: Relations with anxiety, quality of life, and schemas. Personality and Individual Differences, 175, 110704. https://doi.org/10.1016/j.paid.2021.110704
  • Van Prooijen, J.-W. (2020). An existential threat model of conspiracy theories. European Psychologist, 25 (1) , pp. 16-25, 10.1027/1016-9040/A000381
  • Van Prooijen, J.-W., Acker, M. (2015). The Influence of control on belief in conspiracy theories: conceptual and applied extensions. Applied Cognitive Psychology, 29 (5), pp. 753-761, 10.1002/acp.3161
  • Van Prooijen,J.-W., Douglas, K.M. (2017). Conspiracy theories as part of history: The role of societal crisis situations. Memory Studies, 10 (3), pp. 323-333, 10.1177/1750698017701615
  • Van Prooijen, J.-W., Jostmann, N.B. (2013). Belief in conspiracy theories: The influence of uncertainty and perceived morality. European Journal of Social Psychology, 43 (1) (2013), pp. 109-115, 10.1002/ejsp.1922
  • Whitson, J.A., Galinsky, A.D., Kay, A. (2015). The emotional roots of conspiratorial perceptions, system justification, and belief in the paranormal. Journal of Experimental Social Psychology, 56 (2015), pp. 89-95, 10.1016/j.jesp.2014.09.002

Fuente: Psypost



Volver a la Portada de Logo Paperblog