Cuando a los jugadores de un equipo les llega la hora de tocar la cancha de fútbol, deben enfocar sus mentes en ganar, anotar goles y evitar faltas. Tiene que darse, sin duda alguna, una metanoia (transformación total) en cada miembro del equipo, empezando por el D.T. Así pues, cuando hablamos de dicha transformación nos referimos a tratar de sustituir cualquier pensamiento pesimista y creencias negativas por un ideal de creencias positivas, que sirvan de base para una actuación con convicción ganadora. Sin embargo, como estudiante de la conducta humana, sé que este ideal no resulta para nada fácil, ya que la fuerza del pensamiento, representa muchas veces un patrón de acción rígido, que al pasar el tiempo se hace casi imposible de cambiar.
Vale destacar, que cuando un equipo se encuentra en la condición de visitante, esta transformación se vuelve más improbable. Es decir, llegar a un estadio como visitante y ver que está lleno de la fanaticada del equipo contrario; no es nada alentador para los jugadores, ni para quien lleva el papel de motivarlos. Por ello, es importante que el primero en convencerse de que es posible superarse como equipo y salir victoriosos del partido sea el D.T. Ya que, si el resultado de un partido se espera que se negativo, casi siempre será negativo y esto simplemente ocurre porque las creencias se convierten en compartimientos y los compartimientos en resultados.
En definitiva, se necesita mucha autovaloración personal y fuerza espiritual traducida en fe, para enfrentar con creencia ganadora a un equipo ante el que se está en desventaja real.