Ponemos las lonchas de jamón en una bandeja de horno sobre un papel de hornear a 180º unos 10 minutos, hasta que el jamón pierde gran parte del agua y queda seco. Se seca bien con dos servilletas de cocina para eliminar el exceso de grasa y cuando esté frío lo troceamos con las manos o lo molemos con el mortero, dependiendo de lo grande que se quieran los trocitos.
Así lo hago yo. Dime como lo haces tú.