Sabéis que no soy muy aficionado (nada) a las cremas y purés, pero lo cierto es que eso me convierte en un bicho raro y más en otoño y más aún tratándose de una crema de calabaza, que es algo que en casa se consume mucho y, claro está, me han demandado una versión.
Ya puestos a preparar una crema, pues hombre, me propuse darle un toque, digamos... ¡especiado! y de eso va este post, de preparar una crema de calabaza con aires asiáticos y que te provoque sensaciones más intensas en el paladar de lo que estás acostumbrado.
Navegando y rebuscando he visto varias versiones de cremas de calabaza asada con toques de curry, salvia, anís, etc... y por ahí me fui. Digamos que lo del anís no lo acabé de ver, pero como últimamente estoy muy propenso a utilizar estragón y tiene ese toque anisado, me pareció una opción con más matices.
En fin, que me lío. Os dejo con la receta.
Ingredientes:
- 1 Kg de calabaza.
- 1 Cabeza de ajos pequeña.
- 1 Cebolla.
- 100 gr. de nata para cocinar.
- Aceite de sésamo tostado.
- Caldo de verduras.
- Unas hojas de estragón.
- Curry en polvo (una cucharada de café).
- Sal y pimienta negra.
- Pipas de calabaza
- Cayena en polvo (opcional).
Elaboración:
1.- Lo primero es asar la calabaza. Para ello la cortamos y eliminamos las pipas y ese tejido fibroso que las acompaña. Podemos pelarla antes o dejar la piel, luego, una vez asada, es muy fácil quitarla. Colocamos en una bandeja de horno la calabaza, los ajos y la cebolla o cebolleta. Realizamos cortes en la superficie de la calabaza y esparcimos el curry, unas hojas de estragón, la sal y la pimienta. Los cortes facilitarán que penetre el aroma del curry.
2.- Asamos hasta que esté blanda y tostada, eso va a depender del tipo de calabaza, en mi caso fueron 50 minutos a 190 ºC.
3.- Introducimos en el vaso de la batidora la cebolleta, los ajos, la calabaza, las hojas de estragón, un chorrito de aceite de sésamo (¡ojito, da muchísimo sabor!, bastará poco más de unas gotas) y un poco de caldo de verdura.
4.- Cuando todos los ingredientes estén integrados, podremos ir añadiendo más caldo si queremos que quede más ligera, en mi caso quedó bastante espesa.
5.- Pasamos a un cazo y ponemos a fuego bajo-medio, incorporamos la nata y removemos asegurándonos de que esté todo integrado y al punto de sal y especias.
6.- A la hora de servir, podemos tostar un poco unas pipas de calabaza que aportarán textura, añadir unas hojas frescas de estragón y unas gotas más de aceite de sésamo. Yo te propongo, además, que le añadas un toque de cayena molida.
Y a ti, ¿te gustan las cremas?, ¿las especias?
Por cierto, aprovecho para recordarte que este blog participa en los premios Bitácoras 2015 y que puedes votas a cinco blogs en la categoría de mejor blog gastronómico. Si consideras que "Con un par de guindillas" se lo merece, te agradezco tu voto.