Crema de calabaza con patata

Por Juanbellas

Estando como está ahora mismo la calabaza de temporada, tenemos que aprovecharla, por su buen precio y porque, precisamente, al estar de temporada siempre nos tendrá mejor sabor que en otra época del año.

Eso pasa con todos los alimentos, lógicamente. A nosotros nos corresponde aprovecharnos de ello.

Esta será una receta muy básica, con apenas la calabaza y la patata como ingredientes básicos, aparte de una cebolla y tres dientes de ajo.

Las recetas de crema de calabaza las podemos llevar hasta el infinito y más allá, añadiéndole multitud de ingredientes que nos van a dar un resultado u otro.

Esta que traemos hoy bien podría tomarse como punto de partida para otras más complejas, pero igualmente está deliciosa.

Crema de calabaza y patata

Tipo de receta: cocción

Tiempo empleado:

  • Preparación: 10 minutos
  • Cocción: 20 minutos
  • Tiempo total: 30 minutos

Porciones: 4

Información nutricional por cada porción:

  • Energía: 106 kcal
  • Proteínas: 4,5 g
  • Grasas: 0,7 g
    • De las cuales saturadas: 0,2 g
  • Carbohidratos: 25,3 g
    • De los cuales almidón: 19,0 g
    • De los cuales azúcares: 6,4 g
  • Fibra: 4,4 g

INGREDIENTES:

  • 1 calabaza de 1 kg. aproximadamente
  • 1/2 kg. de patatas
  • 1 cebolla mediana, 225 g.
  • 3 dientes de ajo
  • Agua
  • Sal

PASOS:

  1. Pelamos y cortamos en dados una calabaza de 1 kg.
  2. Pelamos y picamos 3 dientes de ajo.
  3. Los calentamos a fuego medio.
  4. Pelamos y picamos una cebolla media.
  5. Cuando veamos que el ajo parece como que baila, añadimos la cebolla picada.
  6. Pelamos y troceamos no muy gruesas 500 g. de patatas.
  7. Cuando la cebolla parezca que transparenta, añadimos la calabaza y patatas troceadas.
  8. Cubrimos con agua y añadimos una pizca de sal.
  9. Pasados unos 20 minutos, o cuando ablanden la patata y la calabaza, pasamos por la batidora.
  10. Si vemos que nos queda demasiado espeso, como un puré, y nos guata más suave, le añadimos un poco de leche y seguimos batiendo.
  11. Con la textura a nuestro gusto, emplatamos.

Vamos ya con el paso a paso fotográfico:

Partimos de una calabaza en bruto de 1 kg, más o menos.

La vamos cortando en rodajas no muy gruesas, para poder pelarla mejor.

Aquí, como ya os tengo dicho otras veces, lo que más me gusta es usar el pelador de zanahorias. Le sacará una parte muy fina, aprovechando mejor lo que vamos a usar.

Una vez pelada la cortamos en dados no muy grandes, para facilitar que se cueza antes.

También le sacamos las pepitas interiores allí donde las haya, lógicamente.

Al final desperdiciamos apenas 250-260 g. Reservamos los trozos de calabaza.

Nos vamos a poner con el ajo, tres dientes en este caso.

Para pelarlos sin problemas, ya lo tenemos visto, lo mejor es darle un golpe con el lateral del cuchillo hasta que notemos como que cede un poco, pero solo un poco, sin deshacerlo.

De esa forma ya lo podremos pelar sin problemas.

Para picarlos, primero les damos unos cortes a lo largo.

Giramos el diente de ajo un poco y le damos más cortes en el mismo sentido, pero por la parte no cortada antes.

Luego ya le pegamos unos cortes transversales a los anteriores y ya nos queda picado el diente de ajo. Después de todo esto debemos poner el cuchillo y los dedos debajo de un chorro de agua, sin frotar, para que no se nos impregne el olor a ajo en las manos ni que se nos quede en el cuchillo para usar después.

Sobre un fondo de aceite en una pota vamos echar los dientes de ajo picados y los ponemos a fuego medio.

Mientras tanto vamos a picar la cebolla. Le damos un corte de “norte a sur” como digo siempre yo.

A cada mitad le sacamos la piel, procurando sacar siempre lo menos posible, ya que es en la superficie donde se acumula la mayor cantidad de vitaminas y minerales.

Le pegamos unos cortes longitudinales.

Luego otros cortes transversales a los anteriores y ya nos queda picada la cebolla.

Cuando notemos como que el ajo empieza a bailar, sin que se llegue a quemar, añadimos la cebolla picada junto con una pizca de sal, que le ayudará a sudar, y hacerse antes.

Mientras tanto vamos a preparar la patata, aproximadamente la mitad del peso en bruto de la calabaza.

Las pelamos y cortamos en dados no muy gruesos, para facilitar su cocción.

Con la cebolla que vemos ya que transparenta, añadimos la calabaza en dados.

Y también la patata.

Añadimos agua, en mi caso siempre filtrada, tanto para beber como para cocinar.

Echaremos una cantidad tal como para que se vean las puntas de la calabaza y patatas. No es conveniente pasarse aquí de agua, ya que si nos queda muy espesa siempre se podrá aligerar un poco al final, pero el proceso inverso es más complicado. Añadimos una pizca de sal.

Le damos fuego al máximo y cuando empiece a hervir lo bajamos a la mitad. Lo tendremos así unos 20 minutos, o hasta que veamos que ya van blanditas la calabaza y las patatas.

En ese momento apartamos del fuego y le pasamos una batidora.

Ya vemos como va quedando.

En este caso quedó como si fuese un puré.

Si nos gusta así, podemos dejarla tal cual, sino le añadiremos algo de leche y seguiremos batiendo otro poco. A mí me gusta algo más suave, por lo que le voy a añadir un poco de leche.

Vamos añadiendo leche en pequeñas porciones, para no pasarnos. Eso sí, que no sea leche fría de la nevera, sino de una que tengamos fuera.

A cada poca cantidad de leche que añadimos vamos batiendo y ya vemos como va cambiando su textura. Cuando nos guste como queda dejamos de añadir más.

Ya vemos como ahora la textura es diferente de como estaba antes de añadir la leche.

Y ya está. Ya solo nos queda disfrutar de este plato de crema de calabaza y patata.

Bueno, pues ya veis que tampoco es tan complicado preparar este plato.

Realmente los distintos tipos de crema: de calabacín, de zanahoria, de puerros….siempre son lo mismo: cocer un poco los ingredientes y pasarles luego una batidora.

No hay más.

Pues nada, que os aproveche este plato internautas.

Nos vemos en la próxima


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