Crema solar para niños. ¿Qué hay que tener en cuenta?

Por Mimamaesnovata

Ya tenemos el verano a la vuelta de la esquina. Con él llegarán los días en la playa, de piscina, de campamento… en definitiva, de pasar más tiempo al aire libre. ¿No estáis ya deseando disfrutar de esos días con vuestros hijos? Y aunque la protección solar es necesaria durante todo el año, en esta época cobra especial relevancia. Ahora es el momento perfecto para recordar qué hay que tener en cuenta a la hora de exponernos al sol y cómo elegir la crema solar para bebés y niños más adecuada.

La protección solar es necesaria durante todo el año, no sólo en verano. Pero en la época estival las radiaciones solares son aún más dañinas, por lo que debemos ser muy precavidos.

El sol es saludable y necesario. Nos ayuda a metabolizar la vitamina D, por ejemplo, necesaria para la correcta absorción del calcio. Es agradable y beneficioso dar un paseo tomando el sol. Pero si no tomamos las medidas necesarias también puede ser el causante de quemaduras solares, aumentando el riesgo de desarrollar cáncer de piel. Por ello la protección solar es imprescindible en toda la familia, pero especialmente en el caso de los pequeños, pues la piel de los niños es más delicada y sensible a la radiación solar.

LOS RAYOS SOLARES

El sol emite distintos tipos de radiación. Pero la causa principal de los efectos dañinos del sol en la piel serán los rayos ultravioleta del tipo A y B.

– Los rayos UVA penetran profundamente en nuestra piel, son los responsables del bronceado. Producen el envejecimiento de las células de la piel, pudiendo llegar a dañar su ADN. Este tipo de radiación se asocia al daño cutáneo a largo plazo, aceleran la aparición de arrugas y aumentan el riesgo de ciertos tipos de cáncer de piel.

– Las rayos UVB tienen más energía que los rayos UVA. Son los más peligrosos, y aunque penetran menos en la piel, pueden dañar directamente el ADN de las células cutáneas. Son los rayos principales que provocan las quemaduras solares. Se piensa que son los responsables de la mayoría de los cánceres de piel.

La radiación solar es mayor en verano y durante las horas centrales del día. Y aunque las nubes reducen la cantidad de radiación que nos llega, no la bloquea por completo, por lo que podemos sufrir quemaduras incluso en días nublados. ¡No hay que descuidar la fotoprotección nunca!

¿PUEDEN LOS NIÑOS TOMAR EL SOL?

En el caso de los niños es recomendable extremar las precauciones para la exposición solar, ya que son especialmente vulnerables a l0s efectos perjudiciales del sol. Estas precauciones serán más o menos estrictas en relación a la edad de los pequeños:

-MENORES DE 6 MESES:

Como norma general no se recomienda que los bebés menores de 6 meses se expongan al sol. A estas edades no está aconsejado el uso de ninguna crema protectora solar, debido a la especial sensibilidad de la piel en los recién nacidos. Por ello la mejor manera es evitar la exposición solar directa, así no necesitarán protección.

Además los bebés pequeños, especialmente los lactantes, son muy sensibles a la radiación solar, su delicada piel se quema con mucha facilidad y corren un riesgo muy elevado de deshidratación.

Se suele aconsejar que los bebés de esta edad no vayan a la playa. Y en caso de hacerlo, que sea a última hora de la tarde o a primera hora de la mañana, siempre antes de las 11 de la mañana, para evitar las horas de mayor radiación solar y más calurosas.

– MEDIDAS DE PREVENCIÓN GENERALES PARA MAYORES DE 6 MESES

En los niños menores de 3 años hay que extremar las precauciones y en los mayores de esa edad hay que asegurarnos siempre de que se toman las medidas de protección solar adecuadas.

En todo caso, hay que tener en cuenta unas medidas de prevención generales:

Evitar la exposición solar en las horas centrales del día, lo recomendable sería que no estuvieran expuestos al sol directo entre las 11 de la mañana y las 18 horas de la tarde.

– Si vamos a la playa, piscina o campo con ellos debemos asegurarnos de tener una sombrilla grande, donde la sombra los cubra por completo, para poder alternar la exposición solar con ratitos a la sombra. Es díficil convencer a los peques para que dejen de jugar y corretear en la arena o en el agua, pero es necesario procurarles algo de «descanso solar».

– Utilizar gorras o sombreros para cubrir las cabecitas. Usar ropa fresca y cómoda. Si toleran las gafas de sol, que se las pongan también. ¡Con mis peques esto ha sido imposible! Al menos cuando son tan pequeños. Cuando crecen sí les suele gustar lucir sus gafas de sol.

– Ofrecedles agua con frecuencia, aunque no la pidan o tengan sed. Es importantísimo mantener una correcta hidratación para evitar las deshidrataciones y los golpes de calor. También es una opción fantástica y saludable ofrecer fruta fresca: sandía, melón… frutas de temporada, ricas en agua, vitaminas y minerales que les darán la energía e hidratación necesaria para no dejar de jugar ni un segundo en la playa.

– Usar siempre una crema solar adecuada a su edad y tipo de piel y con el factor de protección adecuado.

¿CÓMO ELEGIR UNA CREMA SOLAR ADECUADA PARA LOS NIÑOS?

Podemos encontrar 3 tipos de protectores solares:

– Con filtros físicos/minerales: actuan creando un efecto pantalla que refleja la radiación solar evitando que penetre en la piel.

– Con filtros químicos/orgánicos: absorben la radiación solar, transformándola en una radiación inofensiva para la piel.

– Con filtros mixtos, que combinan físicos y químicos: la mayoría de los fotoprotectores combinan ambos tipos de filtros, consiguiendo una protección más eficaz.

Según la edad de los niños unos filtros u otros serán los más adecuados. Veamos como elegirlos:

MENORES DE 6 MESES

– Menores de 6 meses: ya hemos visto anteriormente que lo más seguro es no exponerlos al sol y por lo tanto no usar ningún tipo de fotoprotector. Gorrito, ropa fresca y sombra es lo más aconsejable para estos pequeñines.

ENTRE 6 MESES Y 3 AÑOS

-Entre 6 meses y 3 años: la Academia Española de Dermatología y Venerología recomienda usar en esta franja de edad, especialmente en los menores de 1 año, filtros físicos. Hay que comprobar que en el envase se indique que la composición de la crema solar es únicamente mineral.

Los filtros minerales más comunes son el óxido de zinc o el dióxido de titanio.

Son los más seguros en esta edad debido a que no se absorben. Es como si la radiación rebotara en la barrera que crea la crema solar. Al ser una barrera física, son activos desde el mismo momento en que se aplican sobre la piel.

El mayor inconveniente, es que al no tener formulación química, no se absorben y se extienden regular sobre la piel.  Al no traspasar la piel, dejan sobre ella una capa blanquecina. Los niños acaban pareciendo unos «fantasmitas». Aunque esto que puede parecer una desventaja, también tiene su lado positivo. De esta manera con solo mirar al niño podemos ver si hemos usado la cantidad necesaria de protección solar y si hemos cubierto todas las zonas. ¡No hay mal que por bien no venga!

Otro inconveniente es que no son tan resistentes al agua o al roce como las cremas solares con filtros químicos, por lo que habrá que reaplicarlas más a menudo.

Aun así son las cremas solares para niños de esta edad y también para los niños que tienen la piel atópica.

¿Y LOS FILTROS NANO?

Actualmente también algunas marcas están desarrollando cremas solares con filtros físicos NANO. ¿Qué es esto? Para mejorar su cosmeticidad y ayudar a que se extiendan mejor sobre la piel, las formulan en forma de nanopartículas. Estas nanopartículas son estructuras de tamaño muy pequeñito que hace que los filtros dejen de «verse». El problema es que al ser tan pequeños, podrían teoricamente atravesar la piel y absorberse y existe controversia acerca de su uso.

Si tenéis duda acerca de este tema os aconsejo que consultéis con vuestro dermatólogo. Y si decidís usar una crema solar sin nanopartículas solo tenéis que aseguraros que en la composición no aparece la palabra «nano», ya que es de declaración obligatoria por los fabricantes.

A PARTIR DE 3 AÑOS

– A partir de 3 años: se pueden usar las cremas solares con filtros químicos o filtros mixtos. Utilizar aquellas que tienen un factor de fotoprotección igual o superior a 30, preferiblemente de 50.

Estos tipos de filtros se absorben y empiezan a actuar unos 20 minutos después de su aplicación. Por ello siempre hay que aplicarlos antes de la exposición solar para asegurarnos su efectividad y protección.

Además tenemos que fijarnos en que la crema solar para niños ofrezca protección también frente a los rayos UVA. No todas las marcas lo tienen. Para asegurarnos debemos mirar que aparezcan las siglas UVA rodeadas de un círculo en el envase.

¿CÓMO APLICAR CORRECTAMENTE LA CREMA SOLAR EN NIÑOS?

– Primero debemos asegurarnos que la crema solar está en buen estado y no está caducada. Las cremas que nos han podido sobrar del año anterior no son aconsejables porque han perdido eficacia. Debemos renovar los protectores solares cada año.

Debemos observar que el aspecto y el olor no haya sufrido ningún cambio. Los filtros solares pueden alterarse por el calor, por lo que tenemos que tener cuidado de no dejar la crema al sol o en el coche.

– En el caso de usar cremas con filtro químico o mixto, como ya hemos visto, hay que aplicarlas al menos 20 minutos antes de ponernos al sol. Antes de salir de casa y de vestirnos es el momento ideal. No hay que esperar a llegar a la playa o a la piscina.

– Usar una cantidad adecuada de crema. En la mayoría de las ocasiones nos quedamos cortos, a pesar de que la cantidad de protector solar es muy importante. La proporción adecuada sería de unos 2 miligramos de crema por centímetro cuadrado de piel. Se supone que usando la cantidad adecuada un bote de crema solar para un niño debería durarnos una semana. ¡Nada de usar solo un bote para todo el verano!

En este caso, y aunque las cremas son caras, merece la pena pasarse que quedarse corto. La salud y la prevención no tiene precio.

– Hay que extenderla por toda la piel. A veces es fácil olvidarse de algunas zonas como las orejas o el dorso de los pies.

– Tenemos que reaplicar la protección solar mínimo cada dos horas. Y siempre después del baño.

A DISFRUTAR DEL VERANO Y DEL SOL PROTEGIDOS

Con unas sencillas medidas de prevención y teniendo en cuenta estas cuestiones no tenemos por qué temer al sol ni al verano. Usando una crema solar adecuada podemos disfrutar de la playa y la piscina con los niños, con la seguridad de que están protegidos.

Es un tema serio, que no hay que descuidar. La prevención en este caso, como en otros muchos, es lo más importante. Y si tenéis alguna duda al respecto no dejéis de consultarla con vuestro dermatólogo.

Así que ya sabéis, ¡a disfrutar del verano con nuestros hijos! A jugar con las olas y a hacer castillos de arena gigantes, ¡es un plan estupendo!