Título: Crenshaw. El gato invisible
Autora: Katherine Applegate
Autoconclusivo
Páginas: 255
Editorial: La Galera
SINOPSIS
Me llamo Jackson y en otoño empezaré quinto de primaria. Cuando sea mayor quiero ser científico de animales. ¿Sabías que un guepardo puede correr a 110km/h? ¿Que una cucaracha sin cabeza puede sobrevivir dos semanas? ¿O que cuando un lagarto cornudo se enfada escupe sangre por los ojos?
Honestamente, creo que los hechos son mucho mejor que las historias. No puedes ver una historia. No puedes sostenerla en tu mano para medirla. De hecho, las historias no son más que mentiras. Y a mí no me gusta que me mientan.
La regla número uno de todo científico es que siempre hay una explicación lógica para todo. Por ejemplo, ¿cómo aparecen gominolas moradas por arte de magia cuando apenas tenemos comida en casa? O, ¿por qué es difícil hacer amigos cuando siempre tienes hambre? O, ¿de dónde ha salido ese ridículo paraguas? O, ¿cómo es posible que mis padres crean que no me doy cuenta que discuten cuando llegan las facturas?
Pero, lo más importante es que tiene que haber una explicación lógica de por qué el amigo imaginario que me inventé hace años ¡se está pegando un baño de espuma en nuestra bañera!
RESEÑA
Hoy os traigo la reseña de un libro que, la verdad, tenía muchas de leer, pero que muchas ganas, pero no esperaba que fuera a superar las expectativas tan altas que me había puesto con él. Y vaya si lo hace. Este libro es muy tierno y también muy duro de leer, porque es una realidad que se está viviendo mucho ahora mismo y bueno, la verdad es que se te rompe un poco el corazón ver que familias buenas tienen una suerte tan mala en la vida.
Pero bueno, que me voy del tema. El libro trata sobre Jackson y su familia (su madre, su padre y su hermana pequeña). Su familia no tiene mucha suerte, sus padres tienen un trabajo que no consigue cubrir todos los gastos y durante más de la mitad del libro vemos cómo Jackson se va dando cuenta de que tarde o temprano tendrán que abandonar su casa y vivir, o sobrevivir mejor dicho, en muy malas condiciones, hasta que las cosas cambien. A pesar de no ser un niño como los demás, que se da cuenta de las cosas que ocurren a su alrededor y que se considera con la suficiente madurez como para que sus padres le cuenten lo que pasa, no deja de ser un niño, y le da rabia que las cosas tengan que ser así.
Quizá por eso me gustaba el nombre de Crenshaw: era como una hoja de papel en blanco antes de dibujar en ella.
Era un nombre del tipo "todo es posible".
Con una narración muy sencilla, no olvidemos que se trata de un libro orientado a los pequeños (pongamos una edad de 8 a 12 años), la autora nos transmite muchísimo. La verdad es que la calidad literaria que me he encontrado es inusual en este tipo de literatura, porque con utilizar un tema y un vocabulario adecuados para los niños, los autores que orientan su obra al público infantil se dan por satisfechos (ojo, no es una crítica, no digo que sea fácil hacerlo), pero creo que esta autora no era consciente de estar plasmando todas las emociones que sienten los personajes de la obra tan a la perfección como para que los adultos lleguemos a comprender la mente de un niño que está más cerca de empezar a entender lo dura e injusta que es la vida que de esos mundos de fantasía que crean los más pequeños para evadirse de una realidad a la que no se pueden enfrentar.
Y aquí viene el quid de la cuestión. Jackson ya se considera mayor para algunos asuntos, como por ejemplo entender que sus padres no van a poder afrontar los gastos de la casa y que se van a ver viviendo en la calle, y sin embargo, de repente, se reencuentra con el amigo invisible que tuvo cuando era pequeño.
-Creo que no sabes lo que pasa, Jackson - dijo-. Los amigos imaginarios no acudimos por voluntad propia. Nos invitan. Nos quedamos el tiempo que sea necesario. Y solo después nos vamos.
¿Por qué, si Jackson afirma ser ya mayor, se encuentra con Crenshaw de nuevo? Quizá es porque aunque nos sintamos capaces de comprenderlo todo, nuestra mente, y sobre todo la mente de un niño, es mucho más compleja de lo que podamos pensar. Sí, podemos ser muy capaces de comprender las cosas, pero eso no quiere decir que tengamos la suficiente fuerza como para hacerle frente a las adversidades que la vida nos tiene preparadas, así que hay que ampararse en una mano amiga, en lo que sea que nos aporte serenidad. cuando Crenshaw está cerca, Jackson tiene menos miedo, se siente más fuerte para hacerle frente a todo lo que le está pasando, y este es el mensaje que más me ha gustado de toda la novela: apóyate en tus amigos cuando te vayan mal las cosas, muchas veces solo basta con estar uno al lado del otro para saber que hay personas que no te van a dejar caer en lo más profundo de un hoyo.
Papá me acarició el pelo. Me miró. Me miró de verdad, como solo saben hacer los padres.
Como veis, es un libro que va mucho más allá a pesar de ser infantil. No lo considero al nivel de clásicos como El Principito o Alicia en el País de las Maravillas, ni considero que tenga más de una lectura, porque el mensaje acaba siendo el mismo, pero es un libro con muchos valores: familia, amistad, tenacidad... valores que pueden calar muy profundo en un niño y le pueden ayudar a ser más fuerte cuando las cosas no salgan como él quieren.
A mamá y a papá les gusta una clase de música que se llama "blues". En una canción de blues, alguien está triste por algo. Por ejemplo, si lo ha dejado con su novia o ha perdido todo su dinero o se le ha escapado un tren que iba a algún lugar muy lejano. Pero lo curioso es que cuando escuchas esas canciones te sientes feliz.
Me ha gustado mucho, como habréis podido deducir, así que sin duda alguna lo recomiendo.