Crepanquine Vol.1 - Señalados por los dioses

Publicado el 16 diciembre 2019 por Daniel Daniel Pérez Castrillón @Mangrii
Crepanquine Vol.1: Señalados por los diosesCaro Waro | GarbunkaSpaceman Project Tapa dura | 176 páginas | 28€



Infecciones fúngicas que otorgan poderes especiales. Seres encadenados al destino de los otros mediante hilos invisibles. Extrañas enfermedades incurables. Crepanquine, un pequeño país desconocido, sufre La Maldición. Esta, transforma el dedo índice en una varita mágica que concede extraños poderes paranormales a su portador, siempre y cuando la infectada sea mujer. Pero también, hace que su personalidad sea casi borrada. En caso de ser hombre, te conviertes en fiel sirviente de las mujeres malditas. Algunos solo piensan que esto es una leyenda. Otros, dicen que los dioses han vuelto a Crepanquine para vengarse. Pero Rino y Xental lo tienen claro: la Maldición existe y es real.

Cuando la madre de Rino y la hermana de Xental caen bajo el yugo de la enfermedad, ambos deben aliarse para encontrar la cura a este problema de aparente e imposible solución. Es el inicio de una aventura más grande de lo que podrían esperar. Garbunka escribe una historia con tintes fúngicos y mágicos que se enreda bastante en sus primeros compases, donde no queda claro ni quienes son los protagonistas, ni hacia donde quiere ir. Pesé a que el paso de las páginas es ágil, la falta de información para el lector puede suponer un pequeño hándicap. Los hilos narrativos empiezan a coger forma en el tramo final, dejando todo tan centrado como dispuesto para su segunda y última entrega.
Crepanquine juega fuerte la carta de lo cuqui. Al igual que Made in Abyss, bajo el manto de la dulzura visual se esconde un elemento de oscuridad. Aventura, magia, leyendas ancestrales, poderes extraños y sueños premonitorios. El viaje de Rino y Xental hasta los orígenes de la maldición y su propagación serán el motor de arranque para una historia repleta de imaginativa y naturaleza. Una naturaleza que será importante en la historia. La más llamativa, su concepto mágico: poderosas varitas que ejercen de parásitos, en todo el esplendor de la palabra. Cada varita consume y hace degenerar a su huésped tras nacer en su dedo índice, adoptando diferentes formas y otorgando diversos poderes. O al menos, eso es lo que sabemos por el momento, ya que queda bastante información por desvelar.

El as bajo la manga -aunque se ve desde la portada- es su arte. Caro Waro firma un dibujo preciosista, que empasta las acuarelas con el dibujo más tradicional y digital. Repleta de referencias a Miyazaki o Satoshi Kon (debéis ver la escena del concierto), Crepanquine demuestra amor por la naturaleza en cada viñeta. Respeto, admiración y temor. Las localizaciones ideales y llenas de luz pasan a parajes más oscuros y sombríos con pasmosa facilidad. Tanto el color como el diseño de personajes son todo un acierto. El primero, por que llama la atención con solo abrir una página. Lo segundo, por que la curiosa mezcla de dibujo más infantil y trama más oscura funciona a la perfección.
El primer volumen de Crepanquine financiado vía Spaceman Project ha resultado una curiosa presentación para la historia que Garbunka y Caro Waro nos quieren contar. Mucha aventura, bastante magia y un poco de misterio. Es una pena que el comienzo sea tan confuso y la trama tarda unas cuantas páginas en coger buena forma, porque desde que se van atando los cabos sueltos, la historia es tan interesante como sorprendente.
Otras reseñas de interés:La estantería de Cho
Comic Freaks