Desde finales de febrero el grupo terrorista Estado Islámico ha arrasado cuatro ciudades milenarias, cuna de nuestra civilización y patrimonio de la Humanidad, y ha destruido decenas de obras de arte. Acciones como las de las fotografías solo pueden ser consideradas como lo que son, un auténtico crimen contra la Humanidad. La destrucción de estas obras de arte milenarias, de ciudades y yacimientos arqueológicos, la quema en masa de cientos de libros, deberían movilizar al mundo entero. Porque se corre de que perdamos joyas de incalculable valor para comprender y conectar nuestra Historia y las primeras civilizaciones. El fundamentalismo hace mucho daño haya donde se practica. Y ese daño puede llegar a ser irreparable. Cada mazazo contra una de esas estatuas es un mazazo contra la Humanidad.
Además, los terroristas de Estado Islámico se lucran de esta destrucción. Tras su paso no solo se dedican al arrasamiento; también al expolio. Con la ayuda de traficantes de arte, en muchos casos occidentales, estos terroristas roban algunos de los tesoros para después venderlos de forma ilegal y de esa forma financiarse. Algo que ya vimos en Irak tras la invasión estadounidense de 2003.
En 2001, los talibanes ya destruyeron en Afganistán los Bugas gigantes de Bamiyan. Hoy, Estado Islámico arrasa los tesoros artísticos e históricos de Siria e Irak. Y algunos ya empiezan a apuntar hacia otros objetivos. Un clérigo kuwaití, así como una página web que recibe dinero del Gobierno de Catar, ya apuntan hacia las pirámides de Egipto.
Algo hay que hacer frente a esta destrucción y expolio de un patrimonio que es de toda la Humanidad. Pero claro, si no nos hemos movilizado para defender a la gente inocente que está sufriendo los desmanes de estos grupos terroristas fundamentalistas no creo que nos movilicemos por "unas simples estatuitas, relieves y ciudades en ruinas". Quizá el mundo necesite ver la voladura de las pirámides egipcias (algo nada deseable) para reaccionar ante esta barbarie.
Enlazo aquí un texto que me resulta interesante (y del que tomo prestada la imagen que viene a continuación) sobre el expolio del patrimonio histórico en Irak y Siria.