Crímenes duplicados

Publicado el 04 octubre 2017 por Aleon @Aleonpizarro
de Michael Hjorth y Hans Rosenfeldt.

Título: Crímenes duplicadosAutores: Michael Hjorth y Hans RosenfeldtEditorial: Planeta, 2016Páginas: 624.
SINOPSIS.
Mientras una ola de calor azota Estocolmo, una serie de mujeres son halladas brutalmente asesinadas, y la brigada de investigación criminal se encuentra en un callejón sin salida. Los cuerpos llevan la firma de Edward Hinde, un asesino en serie encarcelado hace quince años gracias al psicólogo Sebastian Bergman. 
Sebastian, por su parte, necesita poner orden en su caótica vida y actuar de una vez por todas ante la revelación con la que acababa Secretos imperfectos. Gracias a sus artimañas habituales, consigue hacerse un hueco en la investigación y pronto descubre que todos los asesinatos están relacionados con él y que nadie a su alrededor está a salvo. Ni él mismo.
IMPRESIÓN PERSONAL.
La mayor parte de la veces me cuesta un horror iniciar una nueva serie, sobre todo, cuando voy con retraso respecto al resto de los lectores. En esos casos, me suelo retirar de forma automática por pereza. Pero hete aquí que aparece Sebastián Bermang, que debe ser el tipo más desagradable que me he encontrado en los últimos años de ávida lectura y precisamente por ser tan desagradable, machista, egoista, mentiroso y egocéntrico, me cautiva y, aunque no le deseo nada bueno, me hace seguir hasta ver donde acaba y cómo acaba la pelota de nieve que cada día veo más grande.
He leído durante este verano las cuatro entregas de la Serie Bermang y con pocos altibajos, las he disfrutado todas ellas. En este caso, volvemos a encontrarnos con unos personajes muy potentes y con una personalidad, cada uno de ellos, muy marcada, de tal modo que cada uno encaja perfectamente en su papel en el conjunto de la trama.
En este caso la trama me ha resultado escalofriante, seguramente porque uno de los personajes que aparecen Edward Hinde, un asesino en serie que en su día fue detenido gracias a la intervención de Sebastián Bermang, te pone los pelos como escarpias cuando los autores, con un estilo tan transparente, son capaces de mostrarnos la maldad en estado puro. Seguramente por este contraste frente al mal que supone Hinde, Bermang me ha resultado incluso menos insoportable. Al lado del preso, Sebastián se ha acercado a la humanidad, a la complejidad que ha sido su vida y a ese dolor que a diario le taladra mientras duerme. No quiere esto decir que este caso le haga modificar su conducta, pero si es cierto que tanta maldad del otro lado, hace sobresalir un lado más humano de Sebastián que durante el caso anterior sólo aparecía en sus pesadillas.
Junto a ambos, el resto del equipo de Torkel, Úrsula, Billy y Vanja que trabajan en lo suyo de una manera tan profesional y con tanta inteligencia que te enganchan a la trama y a la investigación de forma natural. Una trama compleja y original y con muchos tintes de realidad que te mantiene pegada a las páginas porque los que cometen los delitos son bastante escalofriantes y las escenas se describen a modo de guión de película, de forma muy visual.
En definitiva, como la primera entrega de esta serie, esta segunda es una pasada de thriller. Una trama sólida, unos personajes contundentes y con personalidad propia bien definidos y acordes con el ambiente en el que se desenvuelven y, sobre todo, un personaje central que no te deja indiferente. Tampoco lo hace un final de infarto.