Hasta hace poco resultaba habitual que los escritores de novela negra ambientaran sus tramas en ciudades como Barcelona, Nueva York o Los Ángeles, lugares coloridos y cinematográficos, grandes urbes en las que resulta fácil perderse y donde la persecución de un asesino en serie, por ejemplo, puede llegar a complicarse hasta límites insospechados. Sin embargo, las cosas están cambiando.Un vistazo a las noticias demuestra que el mal, en su forma más humana y cruel, ha dejado de ser patrimonio exclusivo de las grandes ciudades (No voy a citar ninguno de los casos más conocidos por respeto a los familiares de las víctimas, pero ya podéis adivinar a qué me refiero). Este fenómeno no ha tardado en calar en la producción literaria de este país, y varios autores se han atrevido a dar forma a los crímenes más escabrosos y a las intrigas más oscuras en los lugares más insospechados.
Dicho lo cual, toca hacer una confesión:
Tras ambientar mis dos primeras novelas en Granada he decidido cambiar de aires, y la novela policiaca que publicaré con Quorum Editores a final de año tendrá como escenario la ciudad de… Cádiz.Escribir sobre una ciudad que me suscita tantos sentimientos es un desafío, pero espero que el resultado final esté a la altura de lo que merece. Más adelante podré contaros algo más sobre el argumento, en cuanto tengamos título definitivo y comencemos a diseñar las portadas.Paso a paso se hace el camino…