Las I Jornadas de emprendimiento en Criminología, organizadas por CRIMAD, en colaboración con UDIMA y la Cátedra Behavior & Law han dado para mucho. Lo más novedoso no es su estructura, primero los talleres y a continuación la inauguración de las jornadas, es el abrir las puertas a tantos criminólogo, que una vez finalizados sus estudios tienen que enfrentarse al mercado laboral.
Son numerosas las salidas laborales a las que puede dar respuesta el criminólogo pero, o bien no se han explicado o bien están cubiertas por otros profesionales que desarrollan una labor cuanto menos ridícula.
El criminólogo, como profesional, no sólo tiene cabida en lo público, también puede desarrollar su labor en el ámbito privado. Pero es necesario, y así lo llevan manifestando los seniors en criminología, que se trabaje para abrir un hueco a la criminología.
El criminólogo tiene que cubrir aquellos espacios donde se le requiere y, actualmente, están siendo realizados por otros sectores no especializados en la materia.
No es posible realizar un correcto análisis de riesgo por parte de una empresa de seguridad que no ofrece ninguna garantía real de seguridad; ni tampoco podemos demorar en el tiempo la evaluación de un condenado a pena privativa de libertad pues la prisión tendrá un efecto negativo sobre la persona en lugar de lo contrario.
El criminólogo, gracias a su labor de investigador social orientado a la criminalidad, es el único profesional con las suficientes competencias para abordar el análisis de riesgos a los que debe responder una empresa para garantizar su seguridad. Todo empresario quiere prevenir, y lo remarco prevenir, que se cometa cualquier tipo de acto delictivo dentro de su empresa. Da igual que se externo o interno, el empresario quiere prevenirlos, para que no ocurran y, si ocurren, que minimicen los daños.
En los últimos años la delincuencia se está especializando, y gracias al auge de las tecnologías y al nacimiento de la sociedad de la información, interconectada en todo momento, es necesario dar respuesta a nuevas formas de criminalidad. Esta evolución de la criminalidad, orientada a la comisión de delitos mediante el uso de la tecnologías podríamos abordarla desde la cibercriminalidad, vocablo desarrollado por un ponente en durante las jornadas, y que vendría a dar respuesta al estudio de la criminalidad en los entornos virtuales.
En la actualidad, y a medida que vayamos avanzando, el criminólogo deberá dar respuesta a nuevas formas de criminalidad más relacionadas con el mundo virtual.
Invito a todos a pararnos durante un segundo frente a cualquier establecimiento o empresa, de una gran ciudad o de un pequeño pueblo, real o virtual, y pensar, ¿es realmente segura esta empresa? Obtendrá información, seguro, pero esa información hay que interpretarla y es aquí donde entra la labor del criminólogo.
PON UN CRIMINÓLOGO EN TU VIDA, Y LA VERÁS DE MANERA REAL.