Crioterapia: Beneficios para la recuperación del ciclista

Por Rafael @merkabici
Easy AdSense by Unreal

A veces nos olvidamos de que a nuestra disposición, tenemos recursos excelentes, que muy pocas veces aprovechamos. A veces también, tienen que venir desde fuera a recordarnos, que la integridad del cuerpo humano es fisiológica y que, por tanto, asimila muy bien todos esos estímulos fisiológicos externos.

Hoy nos vamos a centrar en un medio de recuperación concreto: La Crioterapia. Como su propio nombre indica se trata de la aplicación del frío con fines terapéuticos. Desde siempre el frío se ha aplicado con fines estéticos y terapéuticos. Hacia la búsqueda del rendimiento deportivo, la crioterapia se ha vuelto a poner “de moda”. En algunos centros deportivos especializados hay bañeras de hielo preparadas para que los deportistas puedan meter sus piernas  y recuperar así del esfuerzo.

Cuando hablamos de crioterapia aplicada a la recuperación deportiva y, concretamente muscular y más específicamente hacia los ciclistas, nos centramos en conseguir los siguientes efectos con la aplicación del frío:

-   Vasoconstrición de los capilares sanguíneos: Esto quiere decir que nuestros vasos sanguíneos literalmente se contraen, y “envían y aceleran” la sangre para que vuelva a ser oxigenada. Esto genera una recuperación muscular mucho más rápida.

-   Produce un efecto analgésico (contra el dolor) y antiinflamatorio frente a las microrroturas que se producen a nivel muscular durante la práctica deportiva por mecanismos de repetición, tales como el pedaleo.

-   Disminuye el metabolismo muscular local y la demanda de oxígeno de nuestros músculos, lo cual se traduce en una reducción de la generación de sustancias agresivas y dañinas que nuestro organismo genera para compensar el estrés físico al que hemos sometido a nuestros músculos.

-   Todo lo anteriormente mencionado se traduce en una hiperemia local ( nuestros músculos adquieren un color rojizo) como consecuencia del aumento inmediato de la circulación local.

Easy AdSense by Unreal

A nivel fisiológico, queda claro que es un método de recuperación extraordinario. Con pocos medios podemos conseguir una respuesta tan eficaz y necesitando una preparación tan sencilla.

¿ Cómo y de qué forma podemos aplicar frío para la recuperación muscular?

Es muy comunmente aceptado que la aplicación de frío favorece la recuperación muscular pero, hay algo más de controversia sobre su forma de aplicación.

Generalmente con una inmersión hasta la cintura durante unos 4-5 minutos en agua es suficiente para conseguir los efectos que hemos mencionado anteriormente. La temperatura del agua debe ser tan baja como podamos aguantarla durante ese periodo. Pero, el agua debe estar muy cercana a los 12-15 grados.

Lo ideal es que esta inmersión en frío, sea inmediatamente después de la práctica deportiva. Antes de ducharnos y después de estirar nuestros músculos. Al estirar antes la musculatura favorecemos su relajación y evitamos espasmos o calambres que puedan producirse durante la inmersión en frío.

En resúmen, debemos aprovechar éste antiinflamatorio natural que todos, de una forma u otra tenemos a nuestro alcance.