Esta ave se ve habitualmente andar caminando en las calles de campo y al aproximarse los vehículos se van dirigiendo hacia las orillas para perderse en los pastos; si están acostumbradas al paso de autos no se esconden solo lo hacen si uno va frenando. Es fácil verlas pero parar cerca y fotografiarlas es una lotería. Muchas veces se internan en los pastos altos y se pierden de vista, otras se quedan tratando de mimetizarse entre la vegetación pero al detenerse cerca un observador en su coche salen corriendo o volando bajo. Salir del vehículo caminando es más complicado, las aves se asustan más, pero a veces la suerte está del lado del observador y permanecen echadas en el pasto bajo a la orilla del camino, confiando en su plumaje críptico que las hace desaparecer de la vista de sus posibles depredadores; es muy difícil, casi imposible detectarlas entre los pastos si uno no las vio previamente caminar hacia ellos; es normal que una persona se sorprenda al salir volando con su característico batido de alas intenso y sibilante a escasos 2 o menos metros de distancia sin que se haya percatado de su presencia anteriormente.
A este inambú lo fotografié en la zona rural del partido de Monte desde la ventanilla de mi auto hará cosa de un mes, me dejó hacer varias fotos antes que se escondiera.