La selección brasileña de fútbol ha sido eliminada en la Fase de Grupos de la Copa América que se está disputando en Estados Unidos. El ridículo de Brasil, por mucho que la derrota ante Perú fuera por un error arbitral escandaloso, le ha costado el puesto a Dunga.
No es una novedad este traspiés inesperado de la Verdeamarelha, que desde que ganara su quinto Mundial en 2002, lleva una buena cosecha de decepciones y batacazos. Desde ese campeonato, ha logrado ganar dos Copas de América (2004 y 2007) y, aunque sea un torneo menor, tres títulos de la Copa de Confederaciones (2005, 2009 y 2013). Pero estos triunfos no son suficientes para una selección como la brasileña, que siempre ha de aspirar a lo máximo.
Y es que, a pesar de estos triunfos, sus batacazos han sido sonados y decepcionantes. En los Mundiales de 2006 y 2010 fueron eliminados en Cuartos de Final, cuando en claramente favoritos ante Francia y los Países Bajos. De esa fase tampoco han pasado en las dos últimas ediciones de la Copa América, sin contar con la que se está jugando ahora. Y el colofón de despropósitos brasileños fue la humillación sufrida en su Mundial frente Alemania.
Los motivo de estos malos resultados son evidentes: Brasil lleva muchos años sin ser Brasil, sin tener su sello inconfundible. Tiene excelentes jugadores, pero no logra ser un equipo desde hace casi tres lustros. Ha vendido su suerte a la inspiración individual del crack de turno (Ronaldinho, Kaká, Neymar...) y no ha sido suficiente. Y para colmo de males, en dos meses se disputan los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Veremos como paran esta tormenta.
Brasil