El Gobierno dijo que aún tenía que decidir cómo apoyar a la empresa, que está lidiando con la peor crisis nuclear desde el desastre de Chernóbil en 1986, y podría tener que abordar reclamaciones que superan los 130.000 millones de dólares (unos 91.750 millones de euros), según un banco de inversión de EEEUU.
En el devastado noreste del país, muchos japoneses sólo ven los restos desperdigados de sus casas y vidas tras un terremoto de 9,0 de magnitud y un posterior tsunami, que el 11 de marzo causó unos 28.000 muertos o desaparecidos.