No sólo los países de la periferia europea como Grecia e Irlanda atraviesan dificultades por la crisis de la deuda. A medida que la pandemia se extiende y la insolvencia en que han quedado los países por rescatar al sistema financiero queda demostrada, se intensifica la presión de los tenedores de bonos de deuda soberana que juegan a sus dobles apuestas.
Es esta presión de los tenedores de bonos de deuda soberana la que ha obligado en los últimos meses a comerse sus palabras a varias autoridades. Porque Elena Salgado, al igual que Yorgos Papandreu, al igual que Brian Cowen, y al igual que Jose Sócrates, ha respondido “Absolutamente No” ante la pregunta de si España necesitará un rescate. La misma respuesta que dieron anteriormente sus colegas de Grecia, Irlanda y Portugal: “Absolutamente No”. Pero los hechos dijeron otra cosa.
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